- El resultado de las pruebas forenses serán clave para determinar qué ocurrió con el menor almeriense
- La madre del menor ha asegurado que "no quiero que todo termine con la rabia que esta mujer ha sembrado. Gabriel no se lo merece"
Las primeras pruebas forenses practicadas sobre Gabriel Cruz revelan que el menor almeriense de ocho años falleció el día de su desaparición tras ser estrangulado.
La autopsia se ha realizado en el instituto anatómico forense de Almería después de que este domingo fuera hallado el cuerpo de Gabriel envuelto en una manta dentro del maletero del coche que condujo desde Las Hortichuelas a la Puebla de Vícar la actual pareja del padre del menor, Ana Julia Quezada, que fue arrestada por agentes de la Guardia Civil.
Las autoridades han dispuesto, de acuerdo con los padres del pequeño, que la capilla ardiente se instale en la Diputación de Almería. El funeral está previsto que se celebre este martes a las 10.30 horas.
ANA JULIA, PRINCIPAL SOSPECHOSA
Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional reconstruyen los pasos en España de la pareja del padre de Gabriel y su posible vinculación con casos ya archivados. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha explicado que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado estudian el atestado policial del caso prescrito en el que falleció la primera hija de Ana Julia. La menor murió al caer de una ventana del piso en el que vivían en Burgos.
El caso actualmente ha prescrito y se encuentra archivado dado que en su día se consideró un hecho accidental. La presunta asesina del niño de Almería tiene una segunda hija, que actualmente trabaja en un bar de Burgos. Tras la detención de su madre, la joven de 24 años ha sido ingresada en un hospital de la ciudad a causa de una crisis de ansiedad. Ana Julia tuvo otra pareja en Almería antes de convivir con el padre de Gabriel Cruz. En ese momento regentó un bar de copas en Las Negras, un municipio a escasos tres kilómetros al noreste de Las Hortichuelas.
El hallazgo por parte de Ana Julia de la camiseta de Gabriel Cruz el sábado, 3 de marzo, puso sobre ella el foco de la investigación de la Guardia Civil, en la que participan especialistas en desapariciones de la Unidad Central Operativa (UCO). Ya antes hubo otros elementos que despertaron la alerta policial, por ejemplo por su incapacidad para facilitar a los investigadores su teléfono móvil. Ana Julia vistió a Gabriel en la casa de la abuela en la Hortichuela de Níjar (Almería) el 27 de febrero, víspera del Día de la Andalucía y festivo en esta comunidad autónoma.
Dentro de las primeras y protocolarias tomas de declaraciones, esta mujer aseguró que no encontraba su teléfono móvil. Poco después, informó de que había aparecido pero de nuevo alegó que se había extraviado al ser reclamado por los agentes del Instituto Armado. A esto se suma el hallazgo de la camiseta con ADN de Gabriel.
La prenda aparece cuatro días después de que fuera visto por última vez el menor junto a una depuradora a unos cuatro kilómetros de las Hortichuelas. Se trataba de la primera pista concreta sobre el niño. Los investigadores de la Guardia Civil guardaron silencio sobre las dudas que rodeaban a este hallazgo al tiempo que recababan datos sobre la posible implicación de Ana Julia en la desaparición.