La primera operación salida de verano de este año se verá dificultada por la huelga convocada de aproximadamente 1.500 trabajadores de cabina de Ryanair para los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio en España. Este asunto podría poner en riesgo los desplazamientos y vacaciones de miles de españoles, ya que la compañía tiene previstas más de 687 conexiones para este período estival en España, afectando a más de 3.000 vuelos diarios.
Los sindicatos USO y Sitcpla han convocado estas seis jornadas de huelga para exigir que se respeten derechos básicos de los empleados de la aerolínea. Principalmente, exigen 22 días de vacaciones más los 14 festivos correspondientes al año, una subida salarial de 1.000 euros en 2022 y otros 800 euros en 2023, así como más facilidades a la hora de disfrutar de jornadas reducidas por guardia legal o por cuestiones familiares.
Detrás de esta problemática se esconde el hecho de que Ryanair es la única compañía internacional en España sin convenio colectivo, un tipo de acuerdo que tampoco existe en la mayoría de países europeos en los que opera la compañía, a excepción de Bélgica, donde sí existe un acuerdo que raramente se respeta ya que se trata de un problema a nivel europeo.
Esta huelga se planifica para el momento de mayor recuperación del tráfico aéreo después de los dos años de restricciones a causa de la COVID. De hecho, según las predicciones de Forward Keys, las salidas desde España se prevén solo un 25% inferiores a niveles de 2019.
A esta previsión hay que sumar el hecho de que la aerolínea irlandesa tiene una fuerte presencia en algunos de los principales aeropuertos españoles: 91,3% en Vitoria, 72,8% en Girona, 59,5% en Valladolid, 57,4% en Santander o 57% en Murcia, por lo que se espera un gran impacto de la huelga en estos aeropuertos, además de por supuesto en centros neurálgicos como pueden ser el Aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez en Madrid o el Prat en Barcelona.
