- Un mapa político muy fragmentado le imposibilita proponer un candidato para la sesión de investidura
- Su hermana, la Infanta Cristina, seguirá sentada en el banquillo de los acusados
El Rey Felipe VI celebra hoy su cumpleaños. El Monarca cumple 48 años en una semana marcada por una de las situaciones más convulsas de la democracia, con retos como el de un mapa político tan fragmentado que imposibilita investir presidente y el independentismo catalán desafiando a España y la Corona, a lo que se une la decisión tomada este viernes por la Audiencia de Palma de mantener en el banquillo a su hermana, la Infanta Cristina, que será juzgada por el Caso Nóos.
Tal y como informa El Mundo, la semana pasada Felipe VI afrontó la ronda de consultas más complicada de la democracia: quince líderes con representación parlamentaria pasaron por Zarzuela sin haber llegado a ningún acuerdo entre ellos y, por tanto, sin un candidato con mayoría para formar un ejecutivo. Además, Mariano Rajoy, líder del partido más votado rechazó su propuesta para presentarse a la sesión de investidura.
Felipe VI afrontó la ronda de consultas más complicada de la democracia
No faltaron plantones, como los de Esquerra Republicana, y Bildu, empeñados en no reconocerse súbditos de la Corona, o el peculiar tratamiento del líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, que se dirigió al Rey como "el ciudadano Felipe de Borbón".
Ante esta situación, el Rey no ha tenido más remedio que iniciar este miércoles pasado una nueva ronda de contactos con los líderes de los partidos con presencia parlamentaria.
LA INFANTA CRISTINA SEGUIRÁ EN EL BANQUILLO
Y para continuar con una amarga celebración de su cumpleaños, el Rey tiene que afrontar la difícil situación de ver a su hermana en el banquillo de los acusados por el Caso Nóos.
La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca ha negado este viernes la aplicación de la doctrina Botín a la Infanta Cristina y la mantiene en el banquillo. La decisión del tribunal, compuesto por las magistradas Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín, supone desestimar las cuestiones previas presentadas por su defensa e implica que la hermana del Rey tendrá que volver a sentarse entre los acusados, junto a su esposo Iñaki Urdangarin y los otros 16 imputados.
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