Un preso de nacionalidad colombiana y amigo del presunto asesino de Cuenca desde los tiempos en que ambos coincidieron en la cárcel, ha negado hasta en dos ocasiones a la Policía que colaborase con Sergio Morate en la ocultación de los cuerpos de Marina Okarynska y Laura del Hoyo, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
Este interno disfrutó de un permiso penitenciario de salida en las mismas fechas en las que se produjo el doble asesinato. Por ello la Policía acudió a la cárcel para entrevistarse con él al principio de la investigación. El preso colombiano admitió su amistad con Morate, pero negó cualquier tipo de vinculación en el caso. Tenía una coartada: había pasado sus días de permiso en Alicante, un extremo que pudieron corroborar los investigadores.
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Después, Morate fue detenido en Rumanía y las pesquisas se centraron en tratar de averiguar cómo había huido hasta allí y si había estado acompañado. Al poco de ser trasladado a España de nuevo el presunto asesino, la Policía volvió a la cárcel a entrevistarse con su amigo colombiano, quien volvió a desvincularse del caso.
Los investigadores creen que el acusado actuó sólo al matar a las jóvenes, pero no se puede descartar la participación de otra persona en los hechos posteriores
Las sospechas sobre él han vuelto a cobrar protagonismo después de que este viernes la fiscal jefe de Cuenca, Isabel Gómez, asegurase que "no es descartable la participación de terceras personas" en el crimen, "no en la ejecución material de las muertes" de las jóvenes, pero "sí en la preparación o ulterior huida u ocultación de los cuerpos".
Cuando los investigadores son preguntados por estas declaraciones de la fiscal, rápidamente refieren al preso y amigo de Morate y se suman a la opinión del Ministerio Público. Creen que el único acusado actuó sólo al dar muerte a las jóvenes, pero no se puede descartar la participación de otra persona en los hechos posteriores, aunque siguen trabajando en busca de pruebas en ese sentido.
Desde el primer momento, los investigadores de la Policía Nacional han recabado testimonios de todo el entorno de Morate, incluyendo a Istvan Horvath, su amigo rumano --también de sus tiempos en prisión-- que le acogió en Timisoara (Rumanía) donde fue detenido el presunto asesino el 13 de agosto.
Agentes españoles de la Policía Judicial se desplazaron a Rumanía en comisión de servicio y allí Horvath les confirmó que Morate le había confesado los crímenes de Marina y Laura, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de la investigación. De este modo los policías se trajeron una valiosa declaración que puede ser fundamental para condenar a Morate.
Hasta entonces Horvath había hecho declaraciones ante los medios de comunicación o en el proceso que se sigue contra él en Rumanía por un presunto delito de encubrimiento, pero al confirmar su versión ante la Policía española, ésta ya puede formar parte oficialmente de la investigación que se sigue en España contra Morate.
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