El mes de Julio ha dejado la segunda factura de la luz más cara de la historia además de haber sido uno de los meses más calurosos de las últimas décadas.
La ola de calor ha hecho que la energía eólica y solar hayan bajado su producción, al contrario que las centrales de ciclo combinado, que aportaron un 33% de la electricidad. Esa dependencia obliga a quemar gas a niveles nunca vistos, en contraste con el ahorro que se pide desde el Gobierno.
Tras este incremento en las facturas de los precios las familias sufrirán un aumento de alrededor del 7% en su coste de vida este año, según advierte el Fondo Monetario Internacional en un informe publicado la semana pasada.
Debido a la creciente subida de precios en la energía, han sido aprobadas unas medidas de ahorro energético que establecen unos límites al termostato. Estas reglas ya han entrado en vigor para diversos establecimientos y permanecerán hasta el 1 de noviembre de 2023.
Sin embargo, hay algunos negocios que estarán exentos como: los hospitales, colegios, universidades, guarderías y peluquerías, quienes no tendrán que acatar estas recomendaciones como son mantener el aire acondicionado a un mínimo de 27 grados o la calefacción a un máximo de 19 grados.