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A día de hoy es prácticamente imposible encontrar a una persona que no haya usado en los últimos meses la 'app' para videollamadas Zoom. Antes del confinamiento la reina en este sector era Skype, la aplicación de Microsoft. Sin embargo, esta se ha visto relegada a un segundo plano por una plataforma que está lejos de ser nueva, se creó en 2011.
Su existencia en los últimos 9 años ha pasado muy desapercibida para el público general. Ha necesitado llegar una pandemia mundial con su respectivo confinamiento para que se sitúe en primera línea. Hasta tal punto que en apenas tres meses ha pasado de tener 10 millones de usuarios a superar los 200 millones.
Los usuarios no son lo único que se ha disparado en Zoom en los últimos meses. En lo que va de año sus acciones han tenido un avance digno de mención, en los últimos cinco meses se han revalorizado más de un 150%, pasando de empezar el año a un precio de 68 dólares a los actuales 170.
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El auge de su popularidad se produce en su mejor momento en bolsa, hasta tal punto que a finales de abril entró a formar para del Nasdaq 100, el índice estadounidense que recopila a las 100 compañías más importantes del sector de la industria de la tecnología.
Por lo general las compañías tecnológicas han sabido capear bastante bien el temporal, aunque es difícil encontrar una firma con una evolución tan favorable como Zoom. Los inversores se están refugiando en las compañías tipo FAANG que están sido vistas "como mantas de seguridad relativas en esta temible tormenta de Categoría 5", explica Dan Ives, analista de tecnología de Wedbush.
PROBLEMAS DE PRIVACIDAD Y SEGURIDAD
Los problemas con la privacidad de Zoom no parecen eclipsarla en bolsa. A pesar de que el propio FBI alertó a principios de abril que no recomendaba su uso en la Administración Pública.
Un hecho que no ha pasado desapercibido en la cúpula directiva que más allá de negarlo, ha asumido sus errores. “Reconocemos que nos hemos quedado cortos en las expectativas sobre privacidad y seguridad“, explicaba Eric Yuan, CEO de Zoom en una carta a sus usuarios. “Me disculpo por eso”.
Estas disculpas no parecen haber convencido a Elon Musk, el CEO de Tesla. Ha prohibido a sus empleados de su empresa de cohetes espaciales, SpaceX, usar Zoom asegurando que la aplicación presenta “dudas significativas sobre privacidad y seguridad”.
El objetivo de acabar con estos problemas ha llevado a Zoom a comprar Keybase, compañía segura de mensajería y uso compartido de archivos. El acuerdo "acelerará el plan de Zoom para construir un cifrado de extremo a extremo", explica Yuan en un comunicado.
