- Los ingresos, sin embargo, han quedado por debajo de lo previsto, se redujeron a 22.000 millones, frente a los 22.320 que esperaban los analistas
Wells Fargo ganó en el primer trimestre del año 5.457 millones de dólares (5.134,4 millones de euros) e iguala así el dato del mismo periodo de 2016. El beneficio por acción (BPA) ha quedado en 1 dólar frente a los 0,99 dólares de hace un año y los 0,97 previstos por el consenso de mercado.
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En negartivo, los ingresos del banco han quedado por debajo de lo previsto, ya que se redujeron a 22.002 millones de dólares entre enero y marzo, frente a los 22.320 que esperaban los analistas y suponen un 0,86% menos que en el ejercicio anterior. Sus acciones caen un 2,8%, hasta 51,60 dólares.
Wells Fargo ha dicho que sus ganancias del primer trimestre fueron planas, ya que el tercer banco más grande del país permanece atascado por el escándalo de las cuentas falsas más de seis meses después. Su consejero delegado, Tim Sloan, considera, no obstante, que la entidad continuó experimentando un "progreso significativo" en el primer trimestre.
"Hemos puesto en marcha acciones significativas en la compañía hasta la fecha y estamos comprometidos para construir un banco mejor", ha añadido Sloan, sobre quien esta semana los directores independientes de la junta directiva del banco han emitido un informe sobre su investigación en relación con las prácticas de la entidad en banca minorista.
El banco fue sancionado el pasado mes de septiembre con 185 millones de dólares (174 millones de euros) por malas prácticas detectadas entre 2011 y 2015, cuando se contrataron sin consentimiento de los clientes 1,5 millones de cuentas de depósito y se solicitaron 0,5 millones de tarjetas de crédito, motivo por el que la entidad despidió a 5.300 de sus empleados.
Wells Fargo es uno los tres grandes bancos -junto a Citigroup y JP Morgan- que inauguran este jueves la temporada de resultados al otro lado del Atlántico. Los analistas de S&P Global Rating publicaban un informe este miércoles en el que apuntaban que esperan un incremento interanual del 10% en las cuentas trimestrales de las entidades financieras americanas, impulsadas por una mayor flexibilidad regulatoria y la política de incremento de tipos de la Reserva Federal (Fed).