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La crisis energética continúa pasando factura a las empresas, especialmente a aquellas más sensibles a los cortes de gas procedente de Rusia. Es el caso de Volkswagen, ya que el grupo automovilístico alemán está explorando formas de contrarrestar la escasez de gas natural y el aumento de los precios del combustible de sus proveedores y barajan la opción de trasladar su producción al sur de Europa.
"Como alternativas a medio plazo, nos estamos centrando en una mayor localización, en la reubicación de la capacidad de fabricación o en alternativas técnicas, de forma similar a lo que ya es una práctica habitual en el contexto de los desafíos relacionados con la escasez de semiconductores y otras interrupciones recientes de la cadena de suministro", ha explicado Geng Wu, jefe de compras de Volkswagen, en un comunicado.
La compañía teutona tiene importantes fábricas en Alemania, República Checa y Eslovaquia, que forman parte de los países europeos más dependientes del gas ruso, así como otras instalaciones en el sur de Europa que se abastecen de otra forma o cuentan con un suministro más diverso.
Es el caso de las fábricas de la península ibérica, donde se encuentra un tercio de las plantas regasificadoras de la Unión, una infraestructura que supone una cuarta parte del porcentaje regasificador de los Veintisiete. También contemplan mover parte de la producción a Bélgica, otro país con acceso a estas infraestructuras.
La decisión de Rusia de reducir el suministro de gas a Europa ha hecho que se tema que pueda haber un racionamiento en Alemania, aunque haya expertos que lo ponen en duda. Recientemente, el Gobierno de Olaf Scholz ha terminado de nacionalizar Uniper, el mayor importador de gas del país centroeuropeo, tras incurrir en pérdidas multimillonarias en los últimos meses como consecuencia de esta crisis.
Aunque el suministro de gas para las plantas de VW está asegurado, la empresa ha identificado ahorros potenciales en sus plantas europeas para reducir el consumo de gas en un "porcentaje de dos dígitos", ha señalado Michael Heinemann, director general de la unidad de plantas de energía de VW, en unas declaraciones recogidas por ‘Bloomberg’.
"Los políticos también deben frenar la actual explosión incontrolada de los precios del gas y la electricidad", ha afirmado Thomas Steg, jefe de relaciones exteriores de la empresa, "De lo contrario, sobre todo las pequeñas y medianas empresas que hacen un uso intensivo de la energía tendrán grandes problemas en la cadena de suministro y tendrán que reducir o detener la producción".