- El empresario francés ha comprado el 30% del imperio del astuto 'cavaliere' italiano
- Los expertos no descartan una OPA hostil, en una operación con muchas derivadas
Vivendi quiere comprar Mediaset. Vincent Bolloré, máximo responsable del grupo francés, quiere comerse el imperio italiano (y español) de Silvio Berlusconi. Una lucha de dos viejos tiburones financieros que tiene todos los ingredientes para convertirse en una disputa épica en los mercados. ¿Quién ganará la partida? ¿Habrá OPA hostil? ¿O se producirá finalmente un entendimiento?
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De momento, Bolloré tiene cogido por la yugular a Berlusconi (controla el 25% del capital de Mediaset y quiere llegar al 30%), pero nadie puede dar por muerto al astuto 'cavaliere'. En el tablero de juego, Vivendi, un conglomerado de medios de comunicación que vale en bolsa 23.500 millones de euros (aunque sus acciones caen un 8% en lo que va de año).
Y en el otro lado, Mediaset, cuyo valor de mercado es de 5.400 millones de euros, tras haber subido un 65% en las últimas semanas al calor del interés comprador de Vivendi. Aunque en el global de 2017 acumula una subida que no supera el 20%. Mediaset, además, controla el 50% de Mediaset España (matriz de los canales de televisión Telecinco y Cuatro), cuyo valor en bolsa es de 3.800 millones de euros.
El objetivo de Vincent Bolloré es crear una especie de Netflix en el sur de Europa, sobre todo en España, Francia e Italia
Y detrás de estas dos empresas aparecen Vincent Bolloré, menos conocido en España, y Silvio Berlusconi, mucho más mediático. La historia del millonario francés es apasionante. Heredero del imperio familiar Bolloré, comenzó su carrera como banquero de inversión en Rothschild. Posteriormente, en 1981, se hizo cargo del grupo Bolloré, del que es presidente y consejero delegado.
Bolloré cuenta con importantes intereses en el tráfico marítimo y negocios en África. También es conocido por su actividad manufacturera en el mercado del papel. El grupo cuenta con unos 58.000 empleados. Una de sus operaciones más conocidas fue la compra de una participación en el grupo de construcción Bouygues en 1998, mediante la cual obtuvo grandes ganancias tras una lucha de poder.
El grupo Bolloré está valorado en bolsa en casi 10.000 millones de euros. En los últimos años, el empresario francés se ha interesado mucho por los medios de comunicación. En 2004 compró Havas (presidida por uno de sus hijos, Yannick) y en 2006, Aegis. En 2014, Bolloré se convirtió en el presidente de Vivendi, empresa en la que tomó una participación minoritaria del 5% en 2012. En octubre de 2016, confirmó que aumentará su control sobre el grupo hasta casi el 30%, tras aumentar su presencia hasta el 14% en 2015.
Una de sus operaciones más importantes en Vivendi fue la venta en 2014 del grupo brasileño GVT a Telefónica, a cambio de de 4.660 millones de euros y de su participación en Telecom Italia del 8%, (que posteriormente aumentó al 24%). Su objetivo es crear una especie de Netflix europeo, sobre todo en España, Francia e Italia. En este escenario, su interés por Mediaset ha desencadenado una 'guerra abierta' con Silvio Berlusconi, que a sus 80 años ve peligrar la independencia del grupo de comunicación que tantas alegrías le ha dado.
LA POSIBILIDAD DE UNA OPA HOSTIL
“Vivendi considera que las condiciones de mercado son favorables para comprar acciones de la italiana. Si finalmente supera el 30% en la participación accionarial de Mediaset se vería obligado por la regulación a lanzar una OPA (oferta pública de adquisición) sobre el total de las acciones”, señala Victoria Torre, responsable de Análisis en SelfBank.
La disputa por el control de Mediaset se ha convertido ya en un 'culebrón' mediático y en una lucha de poder entre dos de los empresarios más controvertidos del sur de Europa
“Con estos movimientos cada vez parece más probable el lanzamiento de una OPA hostil, que en Italia hay que lanzar al superar el 30%”, afirman los expertos de Bankinter. “Vivendi quiere ostentar el control de Mediaset y una negociación con Finivest (el holding de Berlusconi) principal accionista con más del 41%, resulta muy complicada”, añaden estos expertos.
“Parece difícil que se llegue a alcanzar un acuerdo. Ambas compañías llevan meses inmersas en disputas”, añade Torre, quien recuerda que los problemas surgieron cuando Vivendi intentó controlar la televisión de pago de Mediaset. Además, esta experta destaca que Mediaset cotiza un 25% por encima del precio objetivo del consenso de mercado.
Vivendi, que también controla el 24% de Telecom Italia, desea Mediaset Premium, el canal de pago del grupo italiano, en ese intento por desarrollar un Netflix en el sur de Europa. Pero la empresa de Berlusconi no quiere ser engullida ni dar su brazo a torcer, por lo que ha presentado una demanda por manipulación de mercado y ha exigido la intervención del regulador italiano, el Consob. “Mientras este proceso siga en curso la cotización de Mediaset seguirá respaldada”, señalan desde Bankinter.
Respecto al efecto colateral para Mediaset España, Victoria Torre comenta que Vivendi “quiere apostar por medios de comunicación en el sur de Europa”, por lo que la filial española sería “una compra estratégica para el grupo”. En este escenario, la disputa por el control de Mediaset se ha convertido ya en un 'culebrón' mediático y en una lucha de poder entre dos de los empresarios más controvertidos y polémicos del sur de Europa: Vincent Bolloré y Silvio Berlusconi. Fueron amigos durante varias décadas. Pero ahora son enemigos íntimos.