El mercado bursátil ha emitido su veredicto sobre la fallida fusión Unicaja-Liberbank: la entidad asturiana queda en mejor lugar. Los inversores han penalizado al banco andaluz con una caída de casi el 6% en bolsa desde que se anunció el fin del proyecto de integración de ambas, mientras que Liberbank mantiene más o menos su valor respecto a esa misma fecha.
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Por una parte, la entidad asturiana ha rebajado su valor un 0,3%, es decir, prácticamente nada, desde el 14 de mayo, cuando se anunció el fin del proyecto conjunto, hasta el pasado viernes, si bien en la primera semana que pasó desde que se anunció la ruptura su valor sumó un 5%. Su precio actual es de 0,387 euros por acción.
En el mismo lapso de tiempo, Unicaja ha experimentado un comportamiento bastante peor. La entidad se deja un 5,67% desde el 14 de mayo y en la primera semana desde que se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el final de las negociaciones perdió más de un 4% de su valor.
Bien es cierto que las últimas semanas han sido convulsas para la mayoría de las compañías del parqué madrileño y también para los bancos debido a las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos y la incertidumbre sobre el Brexit, con un segundo referéndum y la dimisión de Theresa May sobre la mesa.
Sin embargo, el veredicto del mercado ya se hizo palpable al día siguiente de que ambas entidades anunciaran el fin de la negociación. En la jornada del 15 de mayo, Liberbank subió más de un 4% en bolsa, mientras que Unicaja solamente se revalorizó un 1%.
El analista de XTB Miguel Momobela apunta que recuperar esas caídas será complicado si no se da otro intento de fusión. “La ventaja competitiva [de Liberbank y Unicaja] es muy baja en comparación con los gigantes bancarios y, en especial, competidores fuertes, como Bankinter y Caixabank”, añade.
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Liberbank y Unicaja rompen su proyecto de fusión por el desacuerdo en el canjeTras la fusión, en opinión del experto, “las líneas de negocio de ambas entidades quedan perjudicadas”, pues “la banca está destinada a este tipo de operaciones para resistir al impacto de las políticas de regulación europeas” y “las pequeñas entidades están condenadas a fusionarse o desaparecer”.
En todo caso, el analista no achaca la mala evolución de Unicaja solamente al fallido proyecto de fusión, que “ha sido una piedra más en el camino de una entidad bastante perjudicada”. En suma, Momobela tiene perspectivas “nada positivas” para el banco que preside Manuel Azuaga.
“OPORTUNIDAD PERDIDA”
Para el subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings, Marco Troiano, el fin de este proyecto supone una “oportunidad perdida para ganar escala” para ambas entidades, lo cual es perjudicial dado que, tras la crisis, “se ha dejado a los bancos regionales en un segundo plano y les será difícil competir con las instituciones más grandes”.
“Actualmente tienen marcas bien establecidas a nivel local, pero el riesgo es que estas se erosionen a medida que la competencia digital crece. La falta de escala puede ser una desventaja cuando se necesita invertir en tecnología", apunta el analista.
Además, en su opinión, Europa se enfrenta a un ciclo de tipos de interés bajos a más largo plazo en el que a las entidades autónomas más pequeñas les resultará más difícil superar los efectos negativos de los bajos márgenes de interés netos en la rentabilidad. "No hemos visto el final del ciclo español de fusiones y adquisiciones. Unicaja y Liberbank siguen en juego, al igual que Abanca e Ibercaja. Bankia y Sabadell también podrían participar", añade.