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Goldman Sachs ve positiva la venta del negocio inmobiliario de Sabadell. El banco de inversión cree que la desinversión mejoraría la calidad crediticia de la entidad, que pasaría desde peor hasta el primero de la clase. Además, tendría un impacto positivo en su beneficio por acción.
Concretamente, la venta de las cuatro carteras de activos problemáticos de Sabadell, cuyo valor conjunto asciende a casi 11.000 millones de euros, tendría un impacto positivo en el beneficio por acción debido a la disminución de provisiones y de los costes de mantenimiento por los menores activos improductivos, indican los analistas de Goldman en un informe de Bolsa, informa Europa Press.
El informe también afirma que la venta no tendría un impacto negativo en el ratio CET 1 del banco, debido a la compensación de los menores activos ponderados por riesgo (RWA, por sus siglas en inglés). En cuanto a la calidad crediticia, una venta grande de activos improductivos ayudaría a Sabadell a pasar de ser el "peor" al "mejor de su clase" dentro del conjunto de bancos españoles cotizados.
Goldman Sachs cree que el impacto de la venta de las carteras todavía tiene que trasladarse al precio de las acciones de Sabadell. "Con más de un 70% de potencial alcista para nuestro objetivo de precio, Sabadell se encuentra entre los mejores valores de nuestra cobertura europea, por lo que reiteramos nuestra recomendación de 'comprar'", reza el documento.
Solamente con la desconsolidación de la cartera de mayor valor, la exposición inmobiliaria del Sabadell se situaría por debajo del umbral de los 10.000 millones de euros, mientras que con la venta de las cuatro se reduciría hasta el entorno de los 4.000 millones de euros, según las cuentas publicadas por el banco referidas al primer trimestre de 2018. Así, una vez se completen las transacciones, las cuentas del Sabadell presentarán un balance mucho más saneado.
A 31 de marzo de 2018, la entidad contaba con 14.923 millones de euros en activos problemáticos, lo que representaba un 17,6% menos que al cierre del mismo periodo de un año antes, cuando ascendían a 18.112 millones de euros. La cobertura de activos problemáticos se situó en un 55,2%, tras aplicar IFRS9, con una cobertura de dudosos del 56,6% y una cobertura de los activos adjudicados del 53,7%. Asimismo, la ratio de activos problemáticos netos sobre el total de activos se asentó en el 3,1%.