Mucho se está hablando sobre la sucesión de Ángel Ron al frente de la presidencia de Popular en el caso que investiga qué pasó con el banco, y eso que ninguna de las dos piezas en las que se divide la causa penal trata sobre ella. Antonio del Valle, el inversor mexicano al que se señala como urdidor de la destitución de Ron a los mandos del banco junto con Reyes Calderón, ha negado haber desarrollado tal plan y, de hecho, ha confirmado que su relación con la exconsejera se ciñó a las labores estrictamente profesionales del banco.
Sobre la sucesión de Ron han corrido ríos de tinta desde que aquel 20 de febrero de 2017 fuera obligado a dejar su cargo en la junta extraordinaria de accionistas que convirtió a Emilio Saracho en presidente de Popular, entonces el sexto banco del país. Durante los meses anteriores, algunos miembros del consejo del banco habían impulsado su destitución y la comisión de nombramientos, entonces presidida por Calderón, se convenció para aceptar un cambio en la gobernanza de la entidad.
Del Valle, que el martes tuvo la oportunidad de dar sus explicaciones ante el juez instructor del caso Popular, negó haber sido el urdidor del derrocamiento de Ron. De acuerdo con la versión que aportó, los mercados pedían su cabeza, algo en lo que coincide con lo que Calderón le contó al juez, y, de hecho, ya el Banco Central Europeo (BCE) señalaba en un informe publicado en 2014 que era necesario mejorar la administración de la entidad.
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Caso Popular: Calderón defiende la sucesión de Ron porque el mercado pidió su cabezaAdemás, Del Valle explicó al magistrado que su relación con Calderón se ciñó estrictamente a sus labores profesionales en el banco y que no tuvo contactos con ella fuera de la entidad, de acuerdo con fuentes jurídicas presentes en la declaración, intentando desbaratar así la versión que les da el papel protagonista en el fin de la presidencia de la entidad.
Calderón también quiso descartarse como urdidora del plan de destitución de Ron la semana pasada, cuando tuvo la oportunidad de explicarse ante el juez, y echó la culpa a los mercados de la necesidad de cambiar la gobernanza del banco tras la ampliación de capital.
Con todo, las intenciones de algunos consejeros, entre ellos Calderón, de sacar a Ron de la presidencia se desarrollaron desde octubre de 2016, como refleja un acta de la comisión de nombramientos de Popular fechada en noviembre de ese año, según recogía Efe hace unos días.
FUE CONVENCIDO PARA APROBAR LA AMPLIACIÓN
Del Valle es una de las piezas clave en la historia de los últimos meses de Popular como entidad independiente. El inversor mexicano fue durante casi tres años miembro del consejo de administración del banco, si bien en septiembre de 2016, pocos meses antes del fin de Popular, decidió renunciar y entró al consejo su sobrino, Jaime Ruiz, actual presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.
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Antonio del Valle culpa a la JUR del fin de Popular y defiende la elección de SarachoAsí, Del Valle era miembro del consejo cuando se aprobó la ampliación de capital de mayo de 2016.
De acuerdo con las mismas fuentes, el inversor mexicano, que conoció la operación “tres o cuatro días antes”, no estaba muy convencido de que fuera adecuada, pero durante el consejo en que debía ser aprobada cedió y dio su visto bueno después de que los gestores de la entidad le convencieran tanto a él como al resto del consejo.
Según les expusieron, era necesario dar vía libre a la operación para no decepcionar al mercado y a los supervisores, a los que ya se había anunciado la ampliación de capital y la esperaban.
Del Valle invirtió en el banco porque consideraba que estaba bien gestionado y era solvente. De hecho, era “uno de los mejores del mundo”. En definitiva, que iba bien, a pesar de su único problema, la cobertura de los activos improductivos (NPA, por sus siglas en inglés).
En su opinión, siempre según las mismas fuentes, el problema no fue la gestión, sino las autoridades europeas y, especialmente, Elke König, la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), “una señora de Europa que hizo unas declaraciones”. Concretamente, la acusó de detonar la ingente fuga de depósitos durante los últimos días de vida en solitario de Popular, a principios de junio de 2017, que llevaron al banco a una crisis de liquidez que supuso su fin con declaraciones a los medios sobre que el organismo vigilaba el banco.