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El comportamiento de las cotizaciones bursátiles durante 2020 de las empresas farmacéuticas desarrolladoras de vacunas contra el Covid-19 ha sido desigual, ya que la totalidad de los retornos positivos se concentró en las empresas que cotizan desde hace poco en Bolsa, mientras que los laboratorios consolidados vieron caer el precio de sus acciones.

En concreto, de las principales empresas desarrolladoras de vacunas contra el Covid-19, los retornos se han concentrado en BioNTech, Moderna, Novavax y Curevac. Aunque sus años de fundación varían y todas cuentan con más de una década de vida, todas, salvo Novavax, empezaron a cotizar en Bolsa en los últimos dos años.

Por el contrario, los principales laboratorios involucrados en la creación de vacunas, con registros en Bolsa que superan ampliamente los 20 o 30 años, como Pfizer, Sanofi, GSK o Astrazeneca observaron retornos negativos durante 2020.

Así, Pfizer registró un crecimiento prácticamente plano durante el año pasado. A finales de marzo de 2020, cuando la pandemia generó pánico en los mercados financieros mundiales, la caída en la cotización con respecto al 31 de diciembre de 2019 llegó a ser del 27,3%, hasta situarse en 26,99 dólares. De hecho, ni siquiera el repunte a principios de diciembre, cuando la cotización llegó a los 42,56 dólares, superó los datos bursátiles observados en 2018.

Por el contrario, su socio BioNTech registró una evolución positiva, con una mejoría en Bolsa de hasta el 150% a cierre de 2020. De hecho, si se observa el pico del 10 de diciembre, cuando la cotización llegó a su máximo histórico de 129,54 dólares, el dato es todavía mayor, con una mejora con respecto al 31 de diciembre de 2019 del 282%. La empresa alemana debutó en los mercados en octubre de 2019 y, desde entonces, sus acciones han sextuplicado su precio en los mercados.

De la misma manera, la evolución en el mercado electrónico estadounidense Nasdaq de Moderna también ha sido muy positiva, con una mejora del 470% en el conjunto del año. En su pico máximo del 8 de diciembre, el retorno llegó a ser del 768,4%, al situarse en los 169,86 dólares por acción. La empresa debutó en los mercados en 2018 y hasta 2020 no había registrado ninguna tendencia de incremento bursátil estable.

El laboratorio británico AstraZeneca, que colabora con la Universidad de Oxford en el desarrollo de su vacuna contra la enfermedad, registró una caída del 2,71% durante el conjunto de 2020. Pese al dato negativo, la cotización de la empresa se ha recuperado con respecto a marzo, cuando llegó a acumular un descenso desde el inicio del año del 18,22%. No obstante, pese al dato negativo con el que ha cerrado el año, la cotización de la firma británica se ha encontrado en el rango de máximos históricos durante este año.

Las farmacéuticas europeas Sanofi y GSK tuvieron una evolución todavía más negativa que AstraZeneca. La empresa francesa cerró 2020 con una caída de entorno al 12% en el conjunto del año, mientras que la británica se situó en un descenso de casi el 24%.

De los grandes laboratorios implicados en el desarrollo de vacunas, únicamente Johnson & Johnson cerró el año con un incremento bursátil, de más del 6%. De hecho, desde la crisis bursátil de marzo, el precio de su acción mejoró un 40% y, en general, durante todo 2020 la cotización se situó en un rango de máximos históricos con respecto a otros años.

Novavax fue una de las farmacéuticas que mejor retorno observaron en 2020, con un alza de más del 2.870%. En el pico máximo registrado en agosto, el incremento llegó a ser del 4.385%, situándose la cotización en los 178,51 dólares. Sin embargo, ese precio todavía se mantuvo alejado de los casi 300 dólares que registró en 2001.

De su lado, Curevac fue la que mejor se comportó en los mercados. Tras debutar en Bolsa en agosto, rápidamente registró subidas en su cotización, hasta cerrar el año con un retorno del 4.200%. En su pico máximos del 9 de diciembre, el alza fue de más del 6.920%.

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