- El cambio de moneda tuvo un efecto negativo del 9,8% en la facturación del grupo holandés
- Mientras que las adquisiciones restaron un 1,5% a la cifra de ventas
- Los títulos de la holandesa caen en el parqué de Londres más de dos puntos porcentuales
- 0,080£
- 0,18%
El gigante holandés Unilever redujo su volumen de facturación un 5,2% durante el primer trimestre de 2018 y sumar un total de 12.622 millones de euros en ingresos. El motivo que la compañía ha proporcionado durante la presentación de sus resultados comerciales de los primeros tres meses del año es el efecto negativo del tipo de cambio.
En concreto, el cambio de moneda tuvo un efecto negativo del 9,8% en la facturación del grupo holandés, mientras que las adquisiciones restaron un 1,5% a las ventas de la compañía.
Por región, Europa continuó siendo un mercado complicado para la compañía por la débil demanda de los consumidores, las presiones deflacionistas en los precios y el difícil entorno que sufre el comercio minorista, con Francia como principal foco de las dificultades. Las ventas en Norteamérica experimentaron un "fuerte" desarrollo durante el primer trimestre gracias al tímido resultado de inicios de 2017 y un mejor rendimiento de la publicidad y la innovación. Por su parte, Latinoamérica continuó mostrando buenos síntomas con una "sorprendente" actuación de los desodorantes y los productos para el cuidado del cabello. Los precios en Asia se mantuvieron bajos, con China creciendo principalmente gracias al desarrollo de los canales de venta online. Por último, las ventas en Rusia, Indonesia y Sudáfrica cayeron por la situación geopolítica particular de estos países y su competitivo marco comercial.
"Para el conjunto del ejercicio, seguimos esperando un incremento de las ventas subyacentes de entre el 3% y el 5%, así como una mejora del margen operativo subyacente y del flujo de caja que nos mantenga en vías de cumplir nuestros objetivos para 2020", indicó Paul Polman, consejero delegado de Unilever. Por otro lado, la multinacional anunció que dará comienzo en mayo a un programa de recompra de acciones propias por importe de hasta 6.000 millones de euros y que repartirá un dividendo trimestral de 0,3872 euros por acción, lo que supone un incremento del 8%.