Unilever se ha llevado un duro revés tanto en bolsa como a nivel estratégico. La compañía ofreció 50.000 millones de libras a GlaxoSmitchKline (GSK) por su negocio de salud, del que posee una participación del 68% con Pfizer. Glaxo rechazó esta y otras dos ofertas que hizo la dirección de la compañía. Tras saberse la noticia, ha caído con ganas en bolsa, casi un 7%.
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"Un acuerdo entre GlaxoSmithKline para su negocio de salud del consumidor sería sin duda un buen ajuste para Unilever, y es un poco sorprendente que no hayan arrancado el brazo de Unilever a 50.000 millones de libras, ya que es un precio decente, con la única pregunta de si es el correcto", comenta Michael Hewson, analista jefe de CMC Markets al respecto.
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Unilever gana un 5,8% menos en 2020, pero vende un 1,9% más gracias a China e IndiaExiste la sensación en el mercado de que Unilever lo volverá a intentar con una oferta mayor. Según avanza el analista, se está hablando de unos 60.000 millones de libras, algo que parece "excesivo", tal y como apunta.
En este sentido, la posibilidad de que este rechazo sea con vistas a conseguir un precio superior no es una teoría "en absoluto segura", debido al comportamiento que ha tenido Unilever en bolsa.
"Pagar 50.000 millones de libras por una empresa que vende productos analgésicos y dentífricos parece una apuesta arriesgada, y aunque parece haber un consenso universal en que Unilever necesita reorganizar su negocio, un precio de casi 60.000 millones de libras para hacerlo parece un poco excesivo", dice el analista de CMC Markets.
"Consumer Health es una categoría altamente complementaria para Unilever, con buen potencial para sinergias y una serie de rutas para construir escala", ha dicho la compañía en un comunicado publicado en su web. Creen que GSK Consumer Healthcare sería una fuerte combinación estratégica, ya que un 45% de la compañía está en Oral Care y VMS, "categorías en las que Unilever ya tiene presencia y capacidades sustanciales".
Defienden que la compra crearía escala y una plataforma de crecimiento para la cartera combinada en EEUU, China e India, con más oportunidades en otros mercados emergentes.
Esta estrategia llega tras la presión de los accionistas a su consejera delegada, Emma Walmsley, para dar un giro al negocio, que no está dando beneficios. Entre las acciones a realizar, estaba la venta o escisión de la línea de consumo para centrarse en la farmacéutica, algo que parece avanzar con vistas a este año.
Terry Smitch, de Fundsmith LLP, acusó a la dirección de Unilever de estar más enfocada en hacer señales de virtud que en conseguir los objetivos financieros que no está cumpliendo actualmente. "Aunque algunos podrían decir que esto es un poco duro, también es cierto que en el caso de algunas de sus marcas se ha vuelto un poco demasiado político para el gusto de algunos accionistas", opina Hewson.
Líneas de negocio como la del té ya han sido vendidas a socios como CVC Capital por 4.500 millones de euros, tras la venta también de la línea de productos para untar.
Sin embargo, el aumento de los costes ha hecho mella en los márgenes operativos, aunque parte de su efecto ya se ha visto mitigado por el aumento de los precios del 4,1% en el tercer trimestre del año pasado. "En aquel momento, el director general Alan Jope advirtió que estas subidas de precios no serían puntuales, advirtiendo que en los próximos seis meses probablemente se empezarían a filtrar nuevas subidas para compensar los problemas causados por las continuas subidas de los precios de la energía y las interrupciones en la cadena de suministro", dice el experto de CMC Markets. De hecho, esto va en línea con lo practicado por sus homólogos Nestlé y Procter and Gamble.