Las ganancias de Unilever aumentaron un 5,8% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo periodo del año pasado, hasta los 13.300 millones de euros. Por su parte, las ventas de la compañía de bienes de consumo crecieron un 2,9% entre julio y septiembre, un dato que, sin embargo, no cumple con las expectativas.
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"Hemos mantenido el impulso en el trimestre, con un buen equilibrio entre volumen y precio. Los mercados emergentes y la atención domiciliaria han sido los impulsores clave del crecimiento", ha explicado el director ejecutivo de Unilever, Alan Jope, en el cargo desde enero y que se ha comprometido a "ofrecer un rendimiento financiero superior a largo plazo y un crecimiento equilibrado".
Este menor crecimiento de las ventas se debió al menor desempeño de la compañía en Europa y EEUU, lo que perjudicó a unas ventas más fuertes en los mercados emergentes. De hecho, estos países impulsaron el crecimiento al registrar un avance del 5,1% gracias, principalmente, al sudeste asiático. Por categorías, el segmento de atención domiciliaria tuvo el mejor rendimiento, con un crecimiento de las ventas del 5,4%. La belleza y el cuidado personal experimentaron un aumento del 2,8%, mientras que las ventas de alimentos y refrescos aumentaron un 1,7%.
"El verano relativamente más fresco y húmedo indudablemente significó que más helados de Ben&Jerry se quedaron en el congelador. Esto ayuda a explicar por qué el rendimiento del tercer trimestre fue inferior a las expectativas y muy ligeramente por detrás del rendimiento de su rival Nestlé", señalan los analistas de AJ Bell, que creen que las acciones de la compañía suben en bolsa tras el anuncio de resultados debido a que los inversores se esperaban unas cifras peores.
En cuanto a lo que resta de año, Unilever sigue esperando que las ventas crezcan entre un 3% y un 5%. Además, sitúa su margen operativo en el 20% en 2020.
