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A menos de un mes de la junta de accionistas de DIA, el mercado sigue de cerca los movimientos en la intensa batalla para hacerse con el control de la cadena. El último movimiento de ficha ha de LetterOne. El principal accionista de DIA, con un 29% del capital, quiere que los accionistas voten también su ampliación de capital -y, por tanto, del luz verde a su plan-, porque ofrece un escenario menos incierto y dilutivo que el propuesto por el consejo. Pero, además, quiere que los accionistas se posicionen y den su 'no' rotundo a los planes de la actual cúpula de DIA, que considera insuficientes para la superviviencia a largo plazo de la empresa.

LetterOne, que controla el 29% del capital de DIA y que pretende hacerse con el control de DIA, ya ha formalizado esta semana ante la CNMV su opa y ha pedido al Consejo que incluya en el orden del día de la junta su propuesta de ampliación de capital de 500 millones. En paralelo, la compañía lanzaba su recordatorio a los accionistas: aprobar la operación acordeón que propone el Consejo es malo para sus intereses y les llevará a retirar la opa.

Poner sobre la mesa la ampliación, el segundo paso de su plan para reflotar DIA, en la cita con los accionistas le servirá para allanar el terreno a su plan si para entonces no ha empezado el período de aceptación de la opa. Y está decidido a convencer a los accionistas de que su plan es la mejor opción.

"La alternativa propuesta por el Consejo de Administración obliga a los accionistas a optar entre tener que aportar fondos adicionales en un aumento de capital incierto y muy dilutivo, o aceptar una dilución muy importante e innecesaria de su actual inversión", señalaba en la documentación remitida a la CNMV.

EL PLAN DE LETTERONE

Para LetterOne, ni el aumento de capital de 600 millones, garantizado por Morgan Stanley, ni los planes del Consejo serán suficiente ni para establecer una estructura de capital viable a largo plazo ni para que la compañía afronte los “importantes” retos operativos que tiene por delante.

Por eso, la opa y la ampliación que propone LetterOne -el segundo paso de su plan para reflotar la compañía-, es una “oportunidad” para que los accionistas puedan “monetizar su inversión con una prima en el corto plazo”. Fridman señala donde duele: la acción de DIA perdió un 90% de su valor en 2018, cerrando el año en 0,46 euros. Para aquellos accionistas que entraron en el capital 2, 4 y hasta 6 euros, las pérdidas son más que evidentes, y sin un horizonte de recuperación claro, el magnate ruso ofrece una salida garantizada.

Su opa voluntaria, a 0,67 euros, ofrecía una prima del 56,1% respecto al valor de cotización del 4 de febrero (0,43 euros). Los títulos se dispararon hasta superar el valor de la opa cuando el mercado esperaba una oferta mejor, pero desde hace días se mantiene por debajo de los 0,67 euros, a la espera de movimientos por ambas partes.

Su ampliación de capital de 500 millones se hará a un precio mínimo de 0,10 euros por título. Comparado con el del Consejo, si fijase el precio mínimo de 0,01 euros, sería diez veces más dilutivo para los accionistas que no acudan.

Para despejar la incertidumbre, LetterOne ha reiterado que suscribirá la parte que le corresponda y la parte que no se suscriba y se hará cargo de lo que cueste implementar el plan a cinco años que ha diseñado. Pero recuerda que esta ampliación, que es “mucho más atractiva en términos de valor como de riesgo”, está sujeta a que la opa voluntaria tenga éxito pero también a tener la mayoría en el Consejo, cambiar de consejero delegado en 12 meses, y a que se alcance un acuerdo con los acreedores bancarios que garantice una estructura de capital “viable a largo plazo”.

"DIA necesita urgentemente un cambio de liderazgo para conseguir una transformación profunda. DIA necesita contar con sólidas capacidades de transformación para ejecutar un cambio radical y acometer un cambio cultural, liderado desde arriba, que centre todos sus esfuerzos y con urgencia en ofrecer la mejor propuesta de valor para los clientes de DIA", afirma Stephan DuCharme, expresidente de DIA y director de L1 Retail.

¿Y PLAN DEL CONSEJO?

El Consejo de DIA tiene que reunirse y deliberar sobre la solicitud de LetterOne. Cualquier accionista con más de un 3% del capital puede solicitar la inclusión de nuevos puntos en el orden del día. Con la convocatoria de la junta, el consejero delegado de DIA, Borja de la Cierva, lanzaba su propio mensaje a los accionistas: “Nuestro plan es el único que garantiza el cumplimiento de todas las obligaciones legales y compromisos financieros de la compañía”.

La ampliación de capital que proponen pretende sacar a la compañía de la causa de disolución y lograr oxígeno para cumplir con los 300 millones del vencimiento de los bonos de junio. Su plan, el ‘oficial’, incluye el cierre de 300 tiendas y despidos de hasta 2.100 trabajadores, un ERE que los sindicatos están tratando de rebajar.

El actual equipo directivo cuenta, en principio, con el respaldo de la banca acreedora. Según Cinco Dias, Fridman ha rechazado firmar un préstamo participativo para sacar a DIA de causa de disolución y los doce bancos acreedores presionan al magnate para que llegue a un acuerdo con el Consejo, bajo amenaza de convertir su deuda en acciones, algo que podrán hacer a partir del 31 de mayo si no se inyecta capital.

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