Uber estudia la posibilidad de ampliar su negocio de VTC (automóviles de alquiler con conductor) al transporte para trayectos cortos con scooters y bicicletas eléctricas, como parte de su estrategia a largo plazo. El objetivo, mejorar los desplazamientos en el interior de las grandes ciudades.
La empresa admite que la inclusión de scooters y bicicletas eléctricas supondría un nuevo "golpe financiero" para ella
La inclusión de estos dos nuevos medios de transporte en el servicio de Uber permitiría, a largo plazo, que los conductores que operan para la compañía se beneficien de una mayor cantidad de recorridos más largos y lucrativos, según ha asegurado el consejero delegado de la compañía, Dara Khosrowshahi, en declaraciones al 'Financial Times'.
Khosrowshahi ha señalado que los modos de transportes individuales se adaptan mejor a las urbes, aunque "arrebatarían" ingresos a los conductores de la aplicación. Además, ha admitido que la inclusión de scooters y bicicletas eléctricas supondría un nuevo "golpe financiero" para la empresa que conecta a pasajeros y conductores, después de presentar pérdidas de 4.500 millones de dólares en 2017 (3.875 millones de euros al cambio actual).
En este sentido, el ejecutivo ha advertido de que los inversores de Uber deber ser conscientes de que la pérdidas a corto plazo son necesarias para lograr objetivos a largo plazo. "Estamos dispuestos a sacrificar la economía por un mayor compromiso a largo plazo. En mi carrera descubrí que el compromiso a largo plazo gana guerras y, a veces, vale la pena perder batallas para ganar guerras", ha apuntado.
Uber compró la compañía de bicicletas compartidas Jump el pasado mes de abril por 200 millones de dólares (172 millones de euros), y ya opera en ocho ciudades de Estados Unidos, entre las que se incluyen Nueva York, Washington y Denver. Además, pronto llegará a Berlín.
Khosrowshahi, que llegó a Uber hace un año, también ha alcanzado un acuerdo con la compañía de scooters eléctricos Lime y con la empresa que desarrolla y comercializa servicios de venta de boletos móviles Masabi, con sede en Londres, para construir lo que denomina una "plataforma de movilidad urbana".