Turkish Airlines logró un beneficio neto de 755 millones de dólares (662 millones de euros) en los nueve primeros meses, lo que supone multiplicar casi por tres las ganancias contabilizadas un año antes, debido al incremento de ingresos derivado de la demanda a pesar del aumento de los precios de combustible.
De enero a septiembre, el beneficio operativo de la aerolínea turca ascendió a un total de 1.431 millones de dólares (1.254 millones de euros), una mejora del 17,5% con respecto al mismo periodo de 2017. El resultado bruto de explotación antes de amortizaciones y alquileres (Ebitdar) se situó en 2.800 millones de dólares (2.455 millones de euros), con un margen del 28%.
La compañía aérea registró unos ingresos de 9.869 millones de dólares (8.652 millones de euros) hasta septiembre, lo que supone un 20,3% más respecto al mismo periodo del pasado año. En cuanto a los gastos, aumentaron un 18,5% hasta los 7.501 millones de dólares (6.576 millones de euros).
En el tercer trimestre, Turkish Airlines registró un beneficio neto de 714 millones de dólares (626 millones de euros), un 2,4% más que las ganancias logradas de julio a septiembre de 2017.
El beneficio operativo se situó en los 1.101 millones de dólares (965,2 millones de euros) en el tercer trimestre del año un registró récord para la compañía, un 2,8% más que en el mismo periodo del pasado año.
La compañía aérea registró unos ingresos de 3.929 millones de dólares (3.445 millones de euros) de julio a septiembre, lo que supone un 8,9% más respecto al mismo periodo del pasado año.
La aerolínea turca ha valorado positivamente estos resultados financieros y espera acelerar su crecimiento con el nuevo Aeropuerto de Estambul.