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Trump puede perder a uno de los valores más icónicos de Estados Unidos. La posible marcha de Harley-Davidson a Europa, en plena guerra comercial, sería un duro golpe (más simbólico que económico) para EEUU y un presidente que deberá intentar hacer América grande de nuevo sin uno de sus bastiones más representativos a escala mundial.
Harley-Davidson emprendió su primera incursión fuera de EEUU en 1999, al abrir una planta en Brasil aprovechando el final de la Administración Clinton.
La fabricante de motocicletas presume de que la mitad de su negocio está fuera de suelo estadounidense
Más tarde, la mítica fabricante de motocicletas se haría con una fábrica de piezas en Australia, durante los años en los que George W. Bush se sentó en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
En plena Administración Obama, Harley se expandió hasta la India en 2011 y, poco después de que Trump asumiera su cargo en 2017, anunciaba la construcción de una nueva planta en Tailandia.
Europa es la próxima frontera. La fabricante con sede en Milwaukee afirmó el pasado lunes que se llevaría su fabricación de motos al Viejo Continente por primera vez en su dilatada historia... culpando a los aranceles de la Unión Europea (UE), en respuesta a los de EEUU.
Motivos no le faltan a Harley, teniendo en cuenta que la UE ha elevado su arancel sobre la importación de motocicletas del 6% al 31%. Unas trabas que, según la propia compañía, elevarían hasta en 2.200 dólares los costes para exportar cada una de sus motos a Europa... reduciendo las ganancias de la fabricante en hasta 100 millones de dólares al año.
El anunció generó una serie de ataques contra la controvertida y polémica estrategia comercial de Trump. Una de las más destacadas fue la enunciada por el presidente republicano de la Cámara de Representantes estadounidense, Paul Ryan, que cargó contra la política comercial de su país en una tribuna del 'Wall Street Journal'.
La respuesta de Trump tampoco se hizo esperar y acusó a Harley-Davidson de agitar la "bandera blanca" y utilizar los aranceles "como excusa". Unas palabras seguidas de una amenaza, a través de su perfil de Twitter, en la que el presidente estadounidense afirma que "Harley-Davidson debería quedarse al 100% en América, con la gente que le ha llevado al éxito. He hecho mucho por vosotros para que nos hagáis esto. No lo olvidaremos ni tampoco vuestros competidores".
Harley-Davidson should stay 100% in America, with the people that got you your success. I’ve done so much for you, and then this. Other companies are coming back where they belong! We won’t forget, and neither will your customers or your now very HAPPY competitors!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de junio de 2018
El representante del sindicato de los trabajadores estadounidenses de Harley afirma que la fabricante estaba ansiosa por llevar su actividad al Viejo Continente. "Creo que llevan planeándolo durante un tiempo. Creo que lo están usando todo como excusa", afirmó ante la 'NPR' Joe Capra, representante sindical de una planta de Kansas City que cerrará el próximo año destruyendo 800 empleos.
Con todo, la nueva política tributaria de Trump debería permitir a la fabricante ahorrarse hasta 100 millones de dólares anuales, es decir, un colchón para afrontar la guerra comercial. En lugar de eso, la compañía ha optado por elevar su dividendo a principios de este año y llevar a cabo una recompra de acciones propias.
HARLEY APUESTA POR EUROPA
La marcha de Harley-Davidson a Europa no es del todo sorprendente. Al fin y al cabo, sus ventas están cayendo en suelo estadounidense debido a los cambios demográficos, que coinciden con el crecimiento de sus ventas en el Viejo Continente.
Por otro lado, la posible mudanza de la fabricante a Europa es distinta a la que afrontan las compañías que quieren entrar en el mercado asiático. Y es que países como China, India y Tailandia levantaron hace tiempo aranceles muy elevados que obligan a todas las grandes compañías que quieren hacer negocios a trasladar (al menos) parte de su producción hasta allí.
Tailandia impone un arancel del 60% e India, del 100% en la importación de motocicletas a su país. Es decir, que vender una Harley puede llegar a costar el doble de su precio original en algunos de estos mercados emergentes. Precisamente, esto explica la planta que la fabricante abrió en Tailandia en 2017.
Según algunos expertos, la compañía quiere acabar generando, al menos, la mitad de sus ingresos fuera de EEUU. En estos momentos, según los datos de FactSet, el 69,3% de sus ingresos totales procede de allí. El segundo mercado de Harley es Asia, con un 10,7% (+0,4% de 2016 a 2017) y Europa se situaría en tercer lugar, con un 9,4% (+0,3%).