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Aunque los mercados bursátiles se han recuperado de los tambaleos de principios de agosto, “hay empresas europeas que siguen estando infravaloradas”. Es lo que opinan los analistas de Morningstar, quienes se muestran especialmente confiados con tres acciones del Viejo Continente.

NESTLÉ

Y el primer nombre de esta selección es Nestlé, cuyo potencial alcista ronda el 20%, según sus cálculos. “Se trata de un título con cuatro estrellas (sobre cinco posibles) y cuya rentabilidad por dividendo es más que notable, de casi el 4%”, indican estos expertos.

“Pese a los problemas derivados de la inflación y los desafíos ligados a las marcas blancas, la firma suiza cuenta con unos sólidos fundamentales y una robusta cuota de mercado”, esgrimen.

“Por tanto, el momento actual es el adecuado para posicionarnos en su capital”, añaden.

GLAXOSMITHKLINE

La farmacéutica británica GlaxoSmithKline es otra de las apuestas de los citados economistas. Para justificar esta recomendación, desde Morningstar subrayan los “atractivos múltiplos” a los que cotiza el grupo y su “diversificada cartera de medicamentos”.

“A pesar de los litigios a los que se enfrenta la multinacional, sus perspectivas son prometedoras gracias a sus fármacos para combatir el VIH y las enfermedades respiratorias”, agregan.

Además, consideran que sus ingresos y márgenes “se están moviendo en la dirección correcta” y se muestran optimistas con sus expectativas de crecimiento en el largo plazo.

BURBERRY

Una compañía del sector del lujo es el último nombre de esta lista: la también británica Burberry, cuyo desempeño en el año es terrible. De hecho, sus acciones acumulan un descenso próximo al 50% desde enero por la abrupta caída de sus beneficios y la cancelación del dividendo.

Unos recortes que han llevado a la empresa a un territorio de “clara infravaloración”. “Es evidente que la compañía cuenta con serios problemas subyacentes, como su exposición al mercado chino o la parte baja del ciclo de la industria de la moda en el que nos encontramos”, reconocen estos estrategas.

Sin embargo, subrayan que “la sociedad está siguiendo los pasos precisos para salir de este periodo de transición” y ponen en valor su “estrecho foso económico”.

“Invertir ahora en su capital puede verse como una decisión un tanto atrevida, pero consideramos que su cotización refleja sobradamente los problemas actuales de su negocio”, insisten desde Morningstar.

Además, no descartan que su actual debilidad pueda derivar en una oferta de compra de una empresa rival. “Si un grupo cae dos tercios en un espacio de tiempo corto puede atraer la atención de un competidor mayor”, finalizan.

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