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Toyota Motor finalizó su primer trimestre fiscal, comprendido entre abril y junio de este año, con un beneficio neto atribuido de 682.974 millones de yenes (5.691 millones de euros al cambio actual), un 3,9% más respecto a dicho trimestre del año precedente. Aunque recorta sus previsiones anuales.
La compañía explicó que a este crecimiento de su beneficio contribuyeron los esfuerzos realizados en actividades de marketing y también el aumento de sus matriculaciones mundiales, que se situaron en 2,3 millones de unidades, un 3% más.
La multinacional que preside Akio Toyoda finalizó los primeros tres meses del año fiscal con una cifra de negocio de 7,64 billones de yenes (63.717 millones de euros), lo que representa una progresión del 3,8% en la comparativa interanual.
Entre abril y junio, el beneficio operativo de la entidad se situó en 741.951 millones de yenes (6.182 millones de euros), un 8,7% de mejora respecto a los datos contabilizados en dichos meses del ejercicio previo.
La compañía ha realizado una actualización a la baja de su estimación de resultados para el cierre del año fiscal, que termina en marzo de 2020. Así, la compañía contempla obtener un beneficio neto atribuido de 2,15 billones de yenes (17.915 millones de euros), un 4,4% menos que su previsión inicial y un 14% más que el año previo.
Igualmente, la empresa automovilística tiene previsto cerrar el año con unos ingresos de 29,5 billones de yenes (245.833 millones de euros), un 1,6% menos que su estimación precedente y un 2,3% menos que el año anterior.
Ante esta revisión de sus previsiones, el director de Operaciones de Toyota, Kenta Kon, indicó que la compañía asumirá un impacto negativo por 180.000 millones de yenes (1.500 millones de euros) en relación con el tipo de cambio de divisas. Esto se compensará parcialmente con ahorros de costes por importe de 25.000 millones de yenes (208 millones de euros).