Empiezan a sentirse los primeros efectos de la guerra de aranceles entre la Unión Europea (UE) y China con Tesla como protagonista. Y es que el fabricante de vehículos eléctricos ha elevado el precio de su Model 3 en países europeos como Alemania, Países Bajos y España alrededor de 1.500 euros después de que se hayan empezado a aplicar los gravámenes.
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Tesla, que fabrica este modelo en Shanghái y es el principal exportador de coches eléctricos del gigante asiático, ya había advertido en junio que podría subir los precios debido a los aranceles impuestos por la Comisión Europea para contrarrestar lo que describió como una "posible avalancha de vehículos eléctricos subvencionados injustamente".
Los aranceles, que son provisionales y se aplicarán hasta que Bruselas tome una decisión definitiva en noviembre, ascienden hasta el 37,6% dependiendo del fabricante de automóviles.
En el caso de la compañía de Elon Musk, fue clasificada como cooperante con la investigación de la UE sobre el asunto y por eso recibió un arancel del 20,8%, pero solicitó un recálculo de su tasa, según la Comisión.
Todo ello mientras Europa y China negocian una "solución" a largo plazo para los subsidios que reciben los fabricantes chinos y que los europeos ven como una ventaja "desleal" contra sus marcas.
Cabe recordar que el ejecutivo comunitario afirmó que tomaba esta medida porque "la cadena de valor de los vehículos eléctricos de batería (BEV) en China se beneficia de subvenciones injustas, lo que está provocando una amenaza de perjuicio económico a los productores de coches eléctricos de la UE".
Bruselas adoptaba esta decisión pese a la férrea oposición de Alemania, Suecia o Hungría, que creen que Europa corre el riesgo de iniciar una costosa guerra comercial con China. Sin embargo, los nuevos aranceles han sido defendidos por Francia y España, que creen que el dinero que pueden reportar a las arcas de la Unión Europea es más importante.
Actualmente China aplica un arancel del 15% a los vehículos eléctricos europeos, aunque Europa pasará a aplicar uno mucho mayor que, en cualquier caso está muy lejos del 100% de EEUU, que fue anunciado hace un mes como parte de una batería de aranceles a los productos chinos (además de coches eléctricos, se incrementaron las tarifas también de chips o paneles solares, entre otros).
