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Quien avisa no es traidor. Tesla ha cumplido con lo prometido y ha subido en 1.000 dólares el precio de su Model Y en Estados Unidos desde este 1 de abril. Tras conocerse esta noticia, la compañía sube con moderación en la preapertura de Wall Street.
En concreto, este SUV eléctrico cuesta ahora unos 44.900 dólares en su país de origen, mientras que las versiones de largo alcance y de mayor rendimiento alcanzan unos precios de 49.990 y 53.490 dólares sin incentivos gubernamentales.
Cabe señalar que la compañía había anunciado el pasado mes de marzo que llevaría a cabo estas subidas de precios tras realizar un recorte temporal en febrero, medida que replicó en Europa y en China. "Este es el dilema esencial de la fabricación: las fábricas necesitan una producción continua para ser eficientes, pero la demanda de los consumidores es estacional", aseguró su consejero delegado, Elon Musk, en la red social X (antigua Twitter).
En las últimas semanas, el fabricante de vehículos eléctricos también subió los precios de sus coches en Europa en alrededor de unos 2.000 euros. Los mercados recibieron con subidas esta decisión de la compañía, la cual lleva mucho tiempo apostando por una política de precios dinámica.
En ocasiones, estas oscilaciones de precios responden a una menor producción de vehículos, algo a lo que Tesla no ha sido ajena en 2024. En lo que va de año, la compañía ha tenido que suspender la fabricación de coches en su gigafactoría de Alemania hasta en dos ocasiones: una por los ataques de los rebeldes hutíes en Yemen y otra como consecuencia de un sabotaje eléctrico.
La compañía estadounidense no está disfrutando del mejor comienzo de año posible. En los tres últimos meses, las acciones de Tesla han caído alrededor de un 30% tras unos resultados decepcionantes que no gustaron a los analistas. Por otro lado, Musk ha intentado levantar los ánimos del mercado con el anuncio de la nueva generación de Tesla Roadster, la cual podría estar disponible para su envío el próximo año.
El CEO de Tesla, que prometió una versión renovada en 2017, ha asegurado que "nunca habrá otro coche como este, si es que se le puede llamar coche". Asimismo, Musk indicó que su diseño será una colaboración entre el fabricante de vehículos eléctricos y su compañía espacial SpaceX y que se revelará a finales de año. Tesla lleva años trabajando en el desarrollo y producción del nuevo Roadster, aunque la compañía ha retrasado en diversas ocasiones la fabricación del deportivo a causa de varios motivos, como por ejemplo la escasez de suministros global.