- -21,510$
- -6,15%
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación formal a Tesla por su sistema Autopilot, el cual permite al coche realizar una serie de funciones de forma autónoma, tras relacionarlo con 11 accidentes en los que hubo coches de la marca eléctrica involucrados. Tras esta noticia, la compañía ha cerrado este lunes con caídas del 4,32% en Wall Street.
Noticia relacionada
Texas exigirá datos del accidente a Tesla mientras Musk niega el uso de Autopilot"La mayoría de los incidentes se produjeron al anochecer y las escenas de choque encontradas incluían medidas de control de la escena como luces de vehículos de primera respuesta, bengalas, un tablero de flechas iluminado y conos de carretera", han declarado las autoridades en un escrito publicado. "Se confirmó que todos los vehículos sujetos implicados estaban conectados a Autopilot o a Traffic Aware Cruise Control durante la aproximación a los choques", añaden.
El Autopilot de Tesla ayuda a los conductores olvidarse un poco más de la conducción del vehículo, ya que permite establecer una velocidad de crucero adaptativa al entorno, fijar una distancia de seguridad con el coche de delante, sistemas para evitar la salida del carril, estacionamiento automático, leer las señales de tráfico y conectarse al GPS para amoldarse a la situación del tráfico.
Se investigan 765.000 vehículos Tesla Model Y, X, S y 3 de entre los años 2014 y 2021, modelos relacionados con los 11 choques que provocaron 17 heridos y una víctima mortal. Desde la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Carreteras consideran que pueden haber unidades defectuosas y pueden ordenar, de confirmarse, su retirada del mercado.
"Nos alegramos de que la NHTSA reconozca por fin nuestro antiguo llamamiento a investigar a Tesla por poner en la carretera una tecnología que previsiblemente se utilizará de forma indebida y que está provocando accidentes, lesiones y muertes", ha declarado Jason Levine, director ejecutivo del Centro para la Seguridad del Automóvil.
El regulador ya anunció en junio que ordenaría a los fabricantes de automóviles que informaran de los accidentes en los que estuvieran implicadas las tecnologías de conducción automática en el plazo de un día desde que se conocieran los incidentes.