La próxima semana se presenta con una maratón de resultados corporativos. Buena parte de la gran banca y del Ibex rendirá cuentas con los inversores sobre cómo les ha ido en la primera mitad del ejercicio. Uno de esos nombres que dará detalle de su rentabilidad en plena pandemia de coronavirus es Telefónica. Y lo hará con la acción viviendo, de nuevo, la presencia de inversores bajistas.
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Telefónica anunciará resultados este jueves 30 de julio. Su presidente, José María Álvarez-Pallete; o su número dos, Ángel Vilá, tendrán que detallar la evolución de la operadora en los últimos seis meses, que no han sido especialmente tranquilos para la compañía dueña de Movistar.
No en vano, en esta primera mitad de 2020, Telefónica ha negociado la fusión de su división en Reino Unido (O2), que unirá su destino al de Virgin Media una vez cuente con el visto bueno de las autoridades de competencia. Y hay más operaciones sobre la mesa, como la compra del negocio móvil de Oi en Brasil. Sin olvidar, el repliegue, porque la 'teleco' sigue teniendo pendiente qué hará con todos sus negocios en América Latina (salvo el brasileño) que no considera prioritarios.
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En la lista de tareas, además, está la cotización de sus títulos. Álvarez-Pallete ha recalcado en diferentes ocasiones que su vocación es velar por el negocio en el medio y largo plazo, cotización incluida. Es decir, que la compañía podría haber tomado medidas para impulsar el precio de su acción, pero no está entre sus prioridades hacerlo porque sería un movimiento cortoplacista que repercutiría en el valor a futuro.
LA ACCIÓN
En esta situación, la acción se mantiene en el entorno de los 4 euros y Telefónica ha visto a compañías hasta hace unos meses 'más pequeñas', como Cellnex, adelantándola por capitalización.
Y hay más movimientos, el último el de una firma como Marshall Wace que se ha posicionado en corto en la operadora. En concreto, la pasada semana comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que tiene bajo su mano el 0,5% del capital. El supervisor del mercado no actualizaba la posición global de bajistas en Telefónica desde el pasado 23 de marzo, cuando Bridgewater Associates indicó un movimiento muy similar, con el 0,49% del accionariado.
Tras el pequeño paso atrás de CaixaBank, que cobró en efectivo el último dividendo y recortó su participación por debajo del 5%, habrá que ver a las próximas jornadas si Telefónica vuelve a vivir más cambios en su capital en los inicios de la segunda mitad del ejercicio.