- Telefónica ronda los 3.000 millones de euros en ingresos del área Vídeo
No sólo es la televisión de pago, Telefónica está generando a cada trimestre más ingresos por publicidad a través de sus distintos soportes gracias a los anuncios que incorpora antes de las emisiones de partidos, series o canales en directo. La expansión de la operadora en este segmento de negocio va ganando dimensión y comienza a eclipsar a Atresmedia y Mediaset, que con La Sexta, Antena 3, Cuatro y Telecinco copaban los ingresos de publicidad por televisión en España, pero la operadora comienza a adquirir un tamaño dominante en el conjunto del mercado televisivo en España.
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Para muestra, un botón: Movistar se acaba de hacer con los derechos de la nueva Velvet, la serie estrella de Antena 3. También la progresiva expansión de sus intereses en el negocio publicitario a través de sus aplicaciones, anuncios en su plataformas de pago o su participación del 13% en Grupo Prisa, que le convierten en el tercer mayor accionistas del grupo de medios. Telefónica ha conseguido apuntalar su oferta de contenidos audiovisuales hasta el punto de convertirla en su principal fuente de rentabilidad.
Fiel reflejo de lo anterior emerge su filial en España, que es la que mayor margen obtiene de todos los mercados en los que está presente. Su margen OIBDA (resultado operativo antes de amortizaciones) en España supera el 41,6% frente al 23% declarado en países como Alemania, del 26,8% en Reino Unido, Brasil (32,9%), Argentina (24%) o la división de Hispanoamérica (29%). El próximo 23 de febrero, cuando la operadora presentará sus cuentas anuales de 2016, el negocio doméstico volverá a tirar de su margen a nivel grupo, que se sitúa en el 31%.
Entre enero y septiembre de 2016, los ingresos de Servicios Digitales se situaron en los 3.511 millones con un crecimiento del 15,2%. De ellos, el área denominada como Vídeo generó 723 millones en el tercer trimestre y cerca de 3.000 millones en nueve meses. La televisión de pago es su motor con 8,4 millones de accesos hasta septiembre, algo más de la mitad todavía procedentes de la TV por satélite.
Gran parte de la culpa de la transformación de Telefónica en una plataforma de venta de contenidos reside en la propia tendencia de consumo audiovisual bajo demanda. “Los clientes de fibra mejoran su experiencia de uso e intensifican su consumo de vídeo, lo que se traduce en su consumo mensual de datos que crece un 20% interanual y duplica el de los clientes ADSL”, explica la operadora en su información financiera enviada a la CNMV.
Poco a poco, la operadora está consiguiendo rotar los clientes de la antigua DTS (Digital+) hacia su oferta convergente Fusión (TV+internet+móvil), si bien por el camino se está dejando algunos clientes. En el tercer trimestre de 2016, Telefónica registró un aumento de los accesos de televisión de pago del 4% interanual, hasta 3,7 millones, aunque por el camino se deja 54.000 clientes de satélite y sólo repescó a 10.000 para su oferta de televisión por internet.
Según Telefónica, el incremento del “consumo de vídeo y música en ‘streaming” está disparando los niveles de tráfico de datos en sus redes de móviles, con un crecimiento del 46% en 2016 respecto al año anterior. Por tanto, la estrategia de la operadora de retroalimentar el consumo de sus redes con una mayor oferta audiovisual parece estar dando sus frutos y así lo reflejan sus mayores márgenes en España que en cualquier otro mercado en los que opera.
Para Telefónica, el 2016 habrá sido un año de transición y rotación, no sólo a nivel de gestión -con el relevo de César Alierta por José María Álvarez-Pallete-, sino también en términos de negocio y de activos. La operadora tendrá fácil superar sus resultados de 2015, cuando registró un descenso del 8,5% de su beneficio neto, hasta 2.745 millones, debido al impacto (2.602 millones en provisiones) del plan masivo de bajas en su filial en España.
PENDIENTE DE LA DEUDA
Pero más allá de si Telefónica vende más o menos, los inversores siguen pendientes de los progresos de la operadora en la reducción de su deuda financiera neta, que roza los 50.000 millones de euros. El próximo 23 de febrero se tendrán más novedades sobre esta cuestión crucial para la operadora, que le obligó en sus últimos resultados trimestrales a realizar un recorte de su dividendo para ahorrarse cerca de 2.800 millones de euros en dos años.
La compañía está intentando captar una cantidad próxima a los 15.000 millones de euros en forma de desinversiones, como con la venta de su filial de infraestructuras Telxius. Telefónica ha contratado al banco británico HSBC para analizar las ofertas de fondos como Ardian, CVC, KKR o GIC, el soberano de Singapur. Algunos de ellos también están en la lista de potenciales candidatos a comprar una participación en la británica O2, valorada en más de 13.000 millones en su venta frustrada a Hutchison en 2016. La operadora tenía como objetivo reducir su ratio de deuda/Oibda a 2,35 veces a finales de 2017 desde las 3,2 veces de junio de 2016 y, de momento, este se sitúa en 3,05 al cierre de septiembre, aunque los analistas esperan que haya bajado de las 3 veces en 2016.