- Telefónica participa Alastria, una blockchain importada de Quorum (JPMorgan)
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Telefónica es la empresa española con mayor volumen de deuda con una cifra estimada de unos 47.000 millones de euros al cierre de 2017. La multinacional ha realizado colocaciones en bonos samurai (deuda vendida en yenes emitida por empresa no japonesa); bonos bulldog (en libras), dragón (en dólares y colocados en Asia), pero es la primera vez que realiza una colocación de deuda a través de la tecnología detrás de las criptomonedas... ¿Ha llegado la hora de los criptobonos?
La compañía que dirige José María Álvarez-Pallete realizó este jueves en Alemania una venta de bonos de 200 millones de euros para su filial Telefónica Deutschland con la ayuda de Landesbank Baden-Württemberg (LBBW) y DZ Bank. Sin embargo, lo que hubiese sido un mero apunte en el vasto historial financiero de Telefónica ha pasado a lograr trascendencia para siempre.
Por primera vez, una compañía española ha usado la Blockchain, la tecnología encriptada de contabilidad que se encuentra detrás de las criptodivisas como Bitcoin, Ripple o Ethereum, entre otras, para registrar la venta y a los compradores de su deuda.
En detalle, la operación de 200 millones de euros se ha realizado en dos tramos: uno mayoritario “ejecutado de forma tradicional” con bonos que vencen en 2025 y 2033, mientras que otro se realizó 100% con tecnología blockchain con vencimiento en 2019. Esta colocación "experimental" fue orquestada para Telefónica por la tecnológica alemana Targens, filial al 100% del banco LBBW, no se usó criptodivisa como parte de la transacción, sino euros.
“La asignación del préstamo se ha realizado a través de los denominados activos digitales. La firma de un préstamo a través de contratos inteligentes (smart contracts) genera tokens, que equivalen a la cantidad más pequeña posible que se puede transferir. El contrato inteligente asigna una cantidad de tokens a los inversionistas dependiendo de los importes asignados a cada uno de ellos durante la transacción”, explica la compañía a Bolsamanía.
Para generar los contratos inteligentes, Targens, la filial de LBBW, ha usado el cliente la tecnológica Parity para el uso del protocolo de Ethereum (ETH), el token sobre el que más blockchains privadas y públicas se han construido hasta la fecha. A su vez, el ETH se ha convertido en la segunda criptomoneda más valiosa del mundo con una capitalización de mercado que ronda los 110.000 millones de euros y con una cotización de 1.212 dólares por unidad.
Ethereum ha sido la sombra del Bitcoin, la más famosa de todas las criptos, pero poco eficiente en los potenciales usos prácticos más allá de ser un mero activo financiero digital para comprar y vender. Con ETH, sin embargo, se están desarrollando los contratos inteligentes (cuyo uso comercial ya está asomando la cabeza) y ha permitido crear un ecosistema a su alrededor de cientos de startups que buscan aplicar su tecnología.
Según Telefónica, el uso innovador de esta tecnología permite promover el desarrollo de procesos más eficientes y transparentes además de realizar transacciones financieras seguras y en tiempo real. "Así, todas las operaciones quedan registradas y validadas de forma encriptada en registros de datos distribuidos en múltiples servidores. Una técnica que asegura la trazabilidad de las transacciones financieras y previene posibles manipulaciones", apuntan.
Que Telefónica haya recurrido a una blockchain alemana ha sorprendido en círculos financieros en España ya que la propia operadora participa en el desarrollo de Alastria, un consorcio blockchain en el que comparte mesa y mantel con los principales bancos en España como Santander, BBVA, Sabadell y bajo el tutela de Bolsas y Mercados (BME), el rector de las bolsas y los mercados de deuda en España.
Sin embargo, la puesta en marcha de Alastria está todavía en una fase temprana y no va todo lo rápido que debería pese a que se trata, en líneas generales, de una adaptación del protocolo Quorum, el token derivado de la propia Ethereum y que ha sido liderado por el banco estadounidense JPMorgan. Entre los usos de esta blockchain estará, presumiblemente, la asignación de activos financieros como acciones o bonos, pero Telefónica ha optado por otro desarrollo en Alemania más avanzado.
Esta vez, la compañía española con más deuda tambien ha declinado usar el Ripple, cuya blockchain está especialmente diseñada para el sector financiero y bancario. De hecho, se le conoce como la cripto de la banca no solo porque entre sus accionistas estén grupos como el Banco Santander, sino porque se concibió de forma especial para las grandes transacciones financieras y registros tan habituales en su sector como la deuda, ya sea un bono o una hipoteca.