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Telefónica, TIM y Claro (América Móvil) han firmado un acuerdo de exclusividad con el Grupo Oi para negociar la venta de los activos de telefonía móvil de la brasileña. La firma es un paso adelante para la operadora española en su intento por hacerse con estos activos interesantes para seguir creciendo en el mercado brasileño.
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Telefónica Brasil presenta una oferta para la adquisición del negocio móvil de OiEn un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Telefónica explica que el acuerdo tiene el objeto de garantizar la seguridad y la rapidez de las negociaciones entre los oferentes y la sociedad brasileña.
De este modo, Oi concede la exclusividad a los socios para negociar los documentos y anexos relativos a la oferta de 16.500 millones de reales brasileños (unos 2.706 millones de euros) presentada la semana pasada.
Además, el acuerdo permite que, una vez hayan concluido las negociaciones entre las partes, los oferentes puedan ser precalificados como 'stalking horse' ("primer licitador") en el proceso competitivo de venta de los activos de telefonía móvil, garantizando así a los oferentes el derecho a superar ('right to top') otras propuestas recibidas en el proceso.
El acuerdo es efectivo hasta el 11 de agosto y se renovará automáticamente por períodos iguales y sucesivos, salvo que alguna de las partes manifieste lo contrario, explica el comunicado.
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El gran doble techo de Telefónica apunta hacia los 2,50 eurosVENTA DE ACTIVOS MÓVILES DE OI
Oi, la cuarta operadora de telefonía móvil de Brasil, anunció el pasado mes de junio que, en el marco de su proceso de reestructuración, iba a llevar a cabo la segregación de sus activos, pasivos y derechos de recuperación de las entidades asociadas en cuatro Unidades de Producción Aisladas (UPI, por sus siglas en inglés).
En el caso de la unidad de activos móviles, Oi detalló su intención de vender el 100% de la compañía mediante un proceso de subasta, que está previsto tenga lugar en el cuarto trimestre de 2020, con un precio mínimo de 15.000 millones de reales (unos 2.540 millones de euros), que deberá ser abonado en efectivo.
A través de este proceso, la unidad se adjudicará a la oferta más elevada presentada en la subasta, aunque existe la opción de aceptar la segunda más alta si el precio no es más de un 5% inferior al de la primera y se considera que da mayores garantías legales, dado el necesario visto bueno de los reguladores.