Telefónica se ha dejado este martes un 2,7% en el Ibex 35 después de que Moody's haya publicado sus perspectivas negativas para el sector de las telecomunicaciones para los próximos 12 a 18 meses. La agencia de calificación achaca esto a la ausencia de crecimiento de los ingresos, la intensa competencia y la desaceleración económica.
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"Los impulsores clave de las perspectivas negativas son la ausencia esperada de crecimiento de los ingresos o cualquier catalizador para acelerar el crecimiento en 2020, la presión continua sobre los precios por la intensa competencia, las limitaciones para la consolidación de la regulación y el crecimiento del PIB más lento de lo esperado en Europa", explica Moody's.
Los analistas de la agencia consideran que "es improbable que el crecimiento de los ingresos se materialice en 2020, ya que los catalizadores anticipados, es decir, una regulación más benigna y la contribución del 5G, están ausentes". Y eso, sumado a los "importantes vientos en contra que esperamos que la industria enfrente en los próximos 18 meses".
En cuanto a la competencia, Moody's señala que es "excesiva" dada la "naturaleza altamente fragmentada de la industria", que a su vez mantiene los precios bajos a pesar de la creciente demanda de datos. "En 2018, dijimos que las perspectivas eran estables pero frágiles, pero el rendimiento de 2019 ha sido más débil de lo que esperábamos. Cambiamos la perspectiva, que se había mantenido estable desde octubre de 2015, a negativa".
Por su parte, destaca que la regulación "limita la consolidación, pero también impulsa la necesidad de inversiones costosas". Además, la reciente reelección de la comisaria europea de competencia, Margrethe Vestager, para un nuevo mandato de cinco años sugiere que las reglas de fusiones y adquisiciones se mantendrán sin cambios, "lo que limitará las oportunidades de consolidación".
Pero Moody's también tiene un mensaje para los inversores. Cree que la presión sobre los precios de las acciones en el sector "sugiere potencial" para entrar. "Esto crea una presión adicional sobre las juntas para inclinarse hacia la remuneración de los accionistas y lejos de la protección de los acreedores para aumentar los precios de las acciones". Algo que perciben como "un mayor riesgo financiero".
Con esto, las acciones de Telefónica se colocan como las segundas que más pierden en el selectivo español este martes, hasta la zona de los 6,9 euros, con cuatro sesiones consecutivas en rojo y sufriendo su mayor caída desde agosto, cuando perdió el nivel de los 6 euros y registró mínimos de 2006.