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'Jensen' Huang, CEO de Nvidia, y Satya Nadella, CEO de Microsoft.

La inteligencia artificial (IA) ha sido la protagonista indiscutible del mercado bursátil en 2023. Esta tecnología ha hecho vivir un año de ensueño al sector, que todavía espera subir un poco más en los compases finales del actual ejercicio. Han sido muchas las empresas beneficiadas por el furor circundante a la IA, aunque pocas pueden alcanzar a Microsoft y, sobre todo, Nvidia. Los de Redmond han capitalizado el entusiasmo en torno a ChatGPT y a OpenAI, mientras que el fabricante de chips ha triplicado su valor bursátil en los últimos 10 meses y medio. Y la apuesta ganadora, podría ser la primera.

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Anders Tandberg-Johansen, responsable de análisis global del sector tecnológico en DNB AM, cree que el éxito a largo plazo en el sector dependerá de los nuevos productos que se lancen para empresas y consumidores, como la herramienta Copilot de Microsoft y las nuevas herramientas publicitarias de Meta (matriz de Facebook e Instagram). Y aquí es donde Nvidia puede encallar.

"En cuanto a las inversiones en inteligencia artificial, creemos que la relación riesgo/beneficio es mejor para Microsoft que para Nvidia. El auge de la IA ha hecho que los compradores se pasen a los productos de Nvidia de forma masiva. La disponibilidad de componentes puede tener un impacto negativo en la producción de memoria de gran ancho de banda (HBM). De hecho, no creemos que el ritmo de producción sea sostenible", destaca este experto.

MICROSOFT ILUSIONA CON OPENAI

Microsoft está comprobando de primera mano que su inversión de 10.000 millones por el 49% de OpenAI puede acabar saliéndole barata. En el último mes, la compañía ha reventado los máximos históricos en dos ocasiones gracias a la 'startup' de IA: la primera vez, tras una serie de actualizaciones; la segunda, tras pescar en río revuelto y contratar a Sam Altman después de que fuese despedido de la compañía que fundó y a la que regresó nuevamente en calidad de CEO en menos de una semana.

El culebrón de la salida y vuelta exprés de Altman a OpenAI ha sido la comidilla del mercado en los últimos días. Desde la amenaza de dimisión en bloque del 95% de la plantilla a las informaciones que aseguran que la compañía habría conseguido un avance "capaz de amenazar a la humanidad", las idas y venidas con el despido del "niño de oro" de la IA han dado la vuelta al mundo.

Los últimos días han sido la prueba fehaciente de que la situación en OpenAI dista de ser la ideal. En su origen, la compañía creada en 2015 por, entre otros, Elon Musk, nació como una organización sin ánimo de lucro con una misión de impulsar la investigación segura y ética en IA. No obstante, con el paso de los años y bajo el liderazgo de Altman, la compañía ha ido virando hacia una empresa tecnológica más al uso, especialmente desde el lanzamiento de Chat GPT.

El principal beneficiado de todo este jaleo ha sido, como suele ser habitual en estos casos, el pez más grande: Microsoft. Nadella celebraba la vuelta de su breve asalariado y se mostraba "alentado" por los cambios en la junta de la 'startup'. Y es que el regreso de Altman implicó la reorganización de la junta directiva de OpenAI y la eliminación de prácticamente todos los rostros que promovieron el despido del "padre de ChatGPT", entre ellos Ilya Sutskever, cofundador y científico jefe de OpenAI, cuyo rol en la compañía no está claro después de haber lamentado "profundamente" su papel en esta suerte de juego de tronos. Matt Levine, columnista de 'Bloomberg Opinion', cree que este episodio demuestra que los esfuerzos de OpenAI por conciliar el gobierno de una empresa con ánimo de lucro con el de una organización sin ánimo de lucro fueron enrevesados y estaban condenados al fracaso para sus inversores desde el principio.

Pero, ¿qué tiene que ver Microsoft en todo esto? Que Nadella ha encontrado, según esta publicación, la forma de beneficiarse indirectamente de todo el ruido que genera OpenAI con sus lanzamientos y avances, algo que a Microsoft y a rivales como Alphabet (Google) les cuesta mucho más por su tamaño y mayor escrutinio. Además, añaden, este episodio ha demostrado no solo el poder que tiene Altman en la compañía, sino también el control que el gigante de Redmond puede ejercer sobre la firma.

"Aún hay grandes preguntas sobre por qué Altman fue despedido y por qué Microsoft se ha quedado, aparentemente, en un segundo plano. Lo que parece claro es que Microsoft ahora desempeñará un papel mucho más importante, que la asociación se fortalecerá y que las dos empresas estarán más integradas", explica Danni Hewson, analista financiero jefe de AJ Bell.

Dan Ives, analista de Wedbush, definía para 'Business Insider' la relación de OpenAI con Microsoft como "la de Patrick Mahomes para los (Kansas City) Chiefs", haciendo referencia a la del mejor jugador del vigente campeón de la liga de fútbol americano. "Nadella lo sabe y perder a Sam no es una opción. Esta junta de OpenAI está muy por encima de sus posibilidades y el golpe fallido está siendo contraproducente", señalaba. En una entrevista con 'Bloomberg', Nadella señalaba que una vuelta de Altman a OpenAI requeriría "cambios en la gobernanza" porque "las sorpresas son malas y solo queremos asegurarnos de que las cosas se hagan de una manera que nos permita seguir asociándonos bien". Dicho y hecho.

"El nuevo consejo probablemente neutralizará la rama sin ánimo de lucro de OpenAI para que deje de pender sobre la empresa como la espada de Damocles", escribe Parmy Olson en 'Bloomberg' en un artículo publicado este pasado jueves, al tiempo que destacan que Microsoft "obtiene todo el brillo y ninguna responsabilidad, además de un mayor control" tras este episodio. "Es un trato mucho mejor que tener a OpenAI dentro de la empresa, con sus jóvenes futuristas lidiando con la burocracia de un gigante tecnológico en el que todo el mundo lleva pantalones caqui y lleva décadas deambulando por la oficina", apunta.

"Nadella puede dar las gracias en silencio a la junta sin ánimo de lucro de OpenAI por causar todo este jaleo. El resultado ni siquiera es un resquicio de esperanza: es una posición más fuerte en la carrera armamentística de la IA", sentencia la experta en tecnología de 'Bloomberg'.

¿HA TOCADO TECHO NVIDIA?

Poco se puede decir de Nvidia que no se haya dicho ya. La firma radicada en Santa Clara y dirigida por el reconocible 'Jensen' Jen-Hsun Huang cerró septiembre con un beneficio de 9.243 millones de dólares en los nueve primeros meses del año, un absolutamente disparatado incremento del 1.259% respecto al mismo período del año anterior. Asimismo, los ingresos se triplicaron en el mismo período. "Nuestro fuerte crecimiento refleja la amplia transición de la plataforma industrial desde el propósito general a la computación acelerada y la IA generativa", destacó Huang.

No obstante, los estelares resultados de Nvidia no nos deben impedir ver el bosque de interrogantes que se dibuja en el horizonte. Por un lado, las restricciones de exportaciones de chips a China pueden dañar su negocio, ya que Washington está tratando de mermar la capacidad del gigante asiático en este sector. De hecho, este viernes la compañía pospuso el lanzamiento de uno de sus chips pensados específicamente para el mercado chino por su menor potencia, en un intento de cumplir con los requisitos impuestos por la Administración Biden.

Durante la presentación de resultados, Huang mostró su preocupación por el estado del mercado chino, donde muchos productos "ahora están sujetos a requisitos de licencia". "Esperamos que nuestras ventas a estos destinos disminuyan significativamente en el cuarto trimestre del año fiscal 2024, aunque creemos que la disminución será más que compensada por un fuerte crecimiento en otras regiones", añadió.

Por otro lado, los analistas creen que Nvidia se enfrenta a otro gran problema: ser la luz más brillante del mercado. Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, lo explica bien: "La desventaja de ser una empresa superestrella es tener que superar continuamente las expectativas". Por tercera vez consecutiva, la compañía ha superado ampliamente las expectativas de los analistas y ha elevado sus previsiones para los próximos meses. La firma todavía no ve donde está su techo y el problema de tener un listón muy alto es que hay que llegar a él y cada vez será más complicado. "Es difícil decir dónde está el listón en este momento", afirma Stephen Innes, de SPI Asset Management.

"La empresa está creciendo, pero ese fuerte crecimiento ya está descontado. Por lo tanto, probablemente no veremos una gran toma de ganancias después de los resultados; en cambio, probablemente haya una corrección y consolidación por debajo del obstáculo psicológico de 500 dólares", opina Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.

Estos y otros factores llevan a Tandberg-Johansen a pensar que, si bien la compañía de Santa Clara tiene una posición de privilegio, esta "no es invulnerable". Por ejemplo, existe un posible riesgo a la baja si la demanda de soluciones de IA generativa por parte de los consumidores no cumple las optimistas previsiones de los llamados "hiperescaladores" (grandes proveedores de servicios en la nube que pueden ofrecer servicios de nivel empresarial como computación y almacenamiento).

Este experto también indica que Nvidia se encuentra en una dura competencia con Advances Micro Devices (AMD) y también debería prestar atención a los diseños de chips propios de esos hiperescaladores, más rentables para tareas especializadas de IA. "Este periodo bien podría representar el cénit de la cuota de mercado de Nvidia", sentencia.

En cuanto al sector del videojuego, este estratega cree que la industria se ha beneficiado de una estructura demográfica favorable, ya que el jugador medio ronda los 30 años y es, por tanto, bastante más joven que los consumidores de formas de entretenimiento más tradicionales, como la televisión. Además, aunque los videojuegos generen menos dinero por hora, a menudo crean contenidos para los anunciantes tanto o más emocionantes como el deporte en directo. Y Nvidia, con sus tarjetas gráficas y servicios como el GeForce Now, entre otros, está muy bien posicionada en este frente.

"El sentimiento del mercado se ha deteriorado tras la reapertura después de la pandemia de coronavirus, ofreciendo oportunidades de inversión potencialmente infravaloradas que contradicen la opinión predominante de que el crecimiento del sector ha alcanzado una meseta", apunta Tandberg-Johansen.

ERICSSON, OPORTUNIDAD DE INVERSIÓN

El crecimiento de la IA, explica el experto de DNB, seguirá yendo de la mano de los avances en algoritmos de aprendizaje automático, análisis de datos, computación en la nube y hardware especializado. "Al mismo tiempo, hemos visto a inversores vender empresas sin conexión directa con la IA generativa para financiar la compra de empresas de IA generativa, lo que ha provocado importantes disparidades del mercado en este sector y ha abierto interesantes oportunidades de inversión", destaca.

"En línea con nuestro enfoque contrario, hemos vendido parte de nuestra exposición a empresas de IA generativa que actualmente consideramos bastante valoradas, como Adobe y CRM, para financiar la compra de Ericsson y Nokia, que actualmente están bajo presión. Ambas compañías cuentan con carteras de propiedad intelectual estables y de alto margen que justifican casi la totalidad de su valor empresarial. Esto significa que actualmente el sector móvil, que probablemente se estabilizará y recuperará en algún momento del próximo año, está disponible a una valoración baja de 3-4 veces su Ebit", apunta este estratega.

En este sentido, Tandberg-Johansen destaca que la situación competitiva de Ericsson "ha mejorado significativamente" en los últimos cinco años. Ericsson tuvo un problema de inventario debido a una caída del 35% de las ventas en Norteamérica como consecuencia de la pandemia. Sin embargo, ahora esperan que las ventas en Norteamérica vuelvan a la normalidad en 2024. Además, Ericsson ha reestructurado y firmado acuerdos de licencia a largo plazo, los llamados acuerdos IPR, con Apple, Samsung y Huawei.

"Según nuestras previsiones de beneficios para el próximo año, Ericsson cotiza actualmente a una ratio precio-beneficio de alrededor de 6. Incluso antes de que se hiciera pública la noticia de la reciente y elevadísima depreciación de Ericsson, ya habíamos ponderado a Ericsson más que a los gigantes tecnológicos estadounidenses Alphabet y Nvidia en nuestra cartera del fondo DNB Technology Fund. Por tanto, las recientes noticias sobre Ericsson no modifican nuestra valoración", agrega.

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