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Dia

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El principal accionista de DIA, el fondo LetterOne, ha puesto sobre la mesa el esperado plan de rescate alternativo en el que trabajaba desde hace semanas. Las tres fases que traza para su ejecución -una OPA voluntaria con exclusión de bolsa, una ampliación de capital y la reconversión de la compañía en un horizonte de cinco años-, son una clara señal a los inversores: esta es la mejor oportunidad para salir de DIA con el menor daño posible.

¿Por qué? En el último año, las dificultades financieras de la compañía han derivado en el desplome de su acción. Sus títulos han perdido en torno al 90% de su valor, hasta los alrededor de 0,42 euros por acción en los que se mantenía desde hace un mes -y antes de dispararse casi un 60% con este último movimiento de Mijail Fridman-.

Para el accionista que compró por encima de ese nivel, sin la certeza de que DIA llegara a recuperar algún día los más de 7 euros por título que llegó a tener hace ya cuatro años, los 0,67 euros que ofrece ahora Fridman son, al menos, ‘pájaro en mano’. LetterOne ofrece una prima del 56% respecto al cierre de este lunes 4 de febrero, precio que supone valorar la compañía en unos 418 millones de euros. La oferta, eso sí, está condicionada a la aceptación de al menos un 50% del capital que no controla y a que los bancos acreedores firmen con LetterOne un acuerdo para reestructurar la deuda a largo plazo de la compañía.

Pero, además, el plan de lanzar una ampliación de capital por un valor de 500 millones reafirma la intención del magnate ruso. Si la OPA sale adelante, acto seguido llegará una ampliación que hará caer aún más el valor de los títulos por dilución. Pero si la OPA de Fridman fracasa, el escenario no es mejor: la compañía ya tiene en agenda otra ampliación de capital, por 600 millones, asegurada por Morgan Stanley. Sea cual sea la decisión del inversor, el magnate acaba de sentenciar esa ilusión de recuperación que aún sostiene los títulos.

OPA SIN PRECIO MINIMO

Los planes del magnate ruso eran una incógnita. Al borde de la OPA oblitagoria por controlar casi un 30% del capital, desde el fondo LetterOne han optado por una oferta voluntaria para evitar la imposición de precio que marca la regulación. Cuando un inversor se ve forzado a lanzar una opa por superar el umbral del 30%, debe hacerlo al mayor precio al que compró en los últimos 12 meses. Pero esta obligación no se aplica en el caso de una opa voluntaria, lo que le ha permitido ofrecer una cantidad un 82% por debajo de los 3,73 euros a los que habría realizado la última compra el pasado mes de octubre, como reconoce en el documento enviado a la CNMV.

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