S&P Global Ratings ha elevado su calificación crediticia de emisor a largo plazo de Nokia y las calificaciones de emisión de su deuda no garantizada a 'BBB-' desde 'BB+' y reitera la calificación crediticia de emisor a corto plazo 'A-3'. El movimiento viene tras la mejora de las perspectivas. "Creemos que es probable que Nokia siga ganando cuota de mercado en los negocios de redes móviles e infraestructuras de red", dicen.
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Para la agencia de calificación, los resultados del proveedor de equipos de telecomunicaciones fueron sólidos en todos los segmentos en 2022 "y esperamos nuevas mejoras en el EBITDA y el flujo de caja operativo libre (FOCF) durante 2023-2024 gracias al crecimiento previsto de algunos mercados a los que se dirige, su competitiva cartera de productos, las eficiencias de costes generadas como parte del programa de reestructuración y los beneficios de escala"
Aunque reconocen que el sector de los equipos de telecomunicaciones sigue siendo volátil y depende en gran medida de factores económicos que podrían afectar a los ingresos, la rentabilidad y el FOCF en 2023-2024, "en nuestra opinión, la competitividad de los productos, la posición en el mercado y la estructura de costes de Nokia son suficientes para lograr márgenes de EBITDA del 14%-16% y un FOCF anual después de arrendamientos superior a 800 millones de euros en los próximos dos años". En cuanto a los ingresos, estiman un aumento del 0%-5% en 2023 y 2024.
Además, para estos dos años prevén un crecimiento de los mercados direccionables, impulsado principalmente por las redes fijas y las redes de protocolo de Internet (IP) que se benefician del entorno de trabajo híbrido, el backhaul de estaciones base 5G y la expansión de la demanda empresarial.
"Esto se ve compensado en parte por nuestra previsión de un mercado de equipos móviles relativamente plano a nivel mundial en 2023, debido a una ralentización de las inversiones en 5G y a un descenso del gasto en 4G y en tecnologías más antiguas, sobre todo en los países desarrollados, donde las inversiones en 5G se encuentran en una fase más avanzada. Sin embargo, creemos que Nokia podría superar al mercado con un crecimiento en los países en desarrollo y en el negocio empresarial, particularmente en el sector inalámbrico privado, donde está aumentando su exposición", aseguran.
Añaden también que la actual presión inflacionista y un entorno económico débil podrían presionar los presupuestos de gasto de capital (capex) de los operadores de telecomunicaciones, lo que podría significar que retrasen el capex hasta el próximo año. "Esto podría suponer un riesgo a la baja para nuestra hipótesis de base actual en 2023, lo que se traduciría en unos ingresos, un margen EBITDA y un FOCF potencialmente inferiores para Nokia".