El potencial riesgo reputacional para BBVA relacionado con la investigación del 'caso Villarejo' es uno de los factores que han llevado a la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings a asignar una perspectiva negativa a la nota de solvencia 'A-' de la entidad, lo que abre la posibilidad de una rebaja de rating si llegase a haber consecuencias negativas para el banco y su capacidad de repagar la deuda.
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"La perspectiva del rating de BBVA es negativa en parte por la investigación abierta", ha indicado el responsable de Análisis de Instituciones Financieras de S&P Global Ratings, Luigi Motti, subrayando que hasta ahora "no se ha apreciado ninguna cosa que pudiera reflejar un impacto reputacional sobre la entidad". En este sentido, ha señalado que el equipo gestor del banco ha adoptado medidas en los últimos años y habrá que ver cuál es el resultado de la investigación, así como si tiene repercusiones, puesto que por el momento "ni el negocio ni la franquicia de BBVA en España se han resentido".
"Si hubiese consecuencias negativas tomaríamos acciones de rating", ha avanzado Motti, destacando que por el momento el caso no ha tenido demasiado eco a nivel internacional y no se ha registrado ningún impacto en las emisiones realizadas por BBVA.
APUESTA POR LAS FUSIONES
Por otro lado, las presiones sobre la rentabilidad de los bancos españoles como consecuencia del entorno de bajos tipos de interés en la eurozona, que persistirá al menos hasta 2023, siguen incentivando la consolidación del sector, particularmente entre entidades de tamaño mediano, sin descartar la participación de Bankia en algún proceso de fusión como fórmula para su regreso a manos privadas a través de un socio estratégico, según S&P Global Ratings.
"Nuestra expectativa de rentabilidad para los bancos españoles en 2020 es inferior a la de 2019", ha señalado Motti, para quien en este escenario "sigue habiendo incentivos para la consolidación".
En este sentido, el experto considera que la presión competitiva en este entorno de bajos tipos de interés será muy intensa entre los bancos de la zona euro, lo que llevará a las entidades a buscar mejoras de eficiencia, reducción de costes, digitalización y una mayor segmentación de clientes.
A pesar de este escenario, Motti ve difícil que se produzcan fusiones transfronterizas al no haberse completado aún la unión bancaria y por los mayores riesgos de ejecución de este tipo de operaciones, que además cuentan con un menor potencial de sinergias de costes. "Creemos más probable que se produzcan fusiones entre bancos medianos por la mayor capacidad de generar economías de escala y para abordar mejor los retos del mercado y los costes del proceso de digitalización", ha apuntado.
De este modo, el analista de S&P Global Ratings no ha descartado que Bankia, de la que el Gobierno pretende salir en 2021, pueda tomar parte en un potencial proceso de consolidación en el mercado español, aunque ha señalado que "los compromisos se pueden prorrogar". No obstante, Motti considera que Bankia es un banco "con vocación de regresar a manos privadas", señalando que esta vuelta podría tener lugar como consecuencia de un proceso de fusión que permitiría al Gobierno ceder su alta participación en la entidad a otro banco, que actuaría como socio estratégico.
A este respecto, ha subrayado que los bancos grandes, como Santander, BBVA o Caixabank, "tienen menos interés estratégico" en participar en la consolidación del sector en España. "Los bancos grandes no tienen ya tanta necesidad en tema de sinergias ni por posicionamiento. No tendría tanto sentido estratégico", ha apostillado.