Mientras la compañía de videojuegos Activision Blizzard se disparaba este martes tras conocerse su compra por parte de Microsoft poro 68.700 millones de dólares (95 dólares por acción), Sony de hundía en Wall Street, al igual que ha hecho en Japón esta madrugada (-12,79%), ante lo que esta operación puede significar para sus intereses.
Los analistas advierten de que esta transacción "despeja todas las dudas" sobre la intención de Microsoft de llevar la lucha de las consolas a otro nivel. Sony dirige el negocio de las consolas PlayStation y el servicio de suscripción PlayStation Plus.
Ahora es muy probable que los juegos más importantes de Activision, como 'Call of Duty', se añadan al negocio de suscripción de Microsoft Game Pass. "Los vientos en contra para Sony van a ser más duros", señala Amir Anvarzadeh, analista de Asymmetric Advisors, en una nota recogida por 'MarketWatch'.
La transacción convertirá a Microsoft en la tercera empresa de juegos del mundo por ingresos, detrás de la china Tencent Holdings y de la propia Sony.
La compra está todavía pendiente de la aprobación de los accionistas de Activision Blizzard y de los reguladores, y se ha fechado para 2023. De momento, ya ha sido ratificada por los consejos de administración de Microsoft y Activision Blizzard.