Siemens obtuvo un beneficio de 4.200 millones de euros en su año fiscal, finalizado el 30 de septiembre, frente a los 5.600 millones del pasado año fiscal. Lo ingresos del grupo fueron de 57.100 millones, similares al nivel del año previo, y los pedidos disminuyeron hasta los 60.000 millones de euros.
El EBITA ajustado para los negocios industriales quedó en 7.600 millones, ligeramente por debajo del nivel del año anterior, mientras que en el tercer trimestre asciende a 2.640 millones (frente a los 3.110 millones de hace un año), superando los pronósticos de los analistas de 1.980 millones.
Los ingresos del grupo en el trimestre, de 15.130 millones, no cumplieron las previsiones de 15.500 millones, aunque los pedidos de 15.560 millones fueron mejores de lo esperado. Ambas cifras fueron inferiores a las del año anterior ya que la demanda se vio afectada por la pandemia de coronavirus.
El consejero delegado del grupo, Joe Kaeser, ha subrayado el "fuerte final de un año notable", mientras que, en sus objetivos, Siemens ha dicho que espera un aumento moderado del beneficio neto en 2021 desde esos 4.200 millones de 2020 a medida que la economía mundial se recupera.
El dividendo total de 2020 se sitúa en 3,50 euros por acción frente a los 3,90 euros del año 2019.