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El viento es una de las formas de generar energía que conlleva unos costes menores que, cada año, continúan abaratándose. En la última década, el precio de las turbinas acumula una caída de más del 50%, según datos de 'Bloomberg'.
Este abaratamiento no ha tardado en afectar al beneficio que extraen del negocio compañías como General Electric, Vestas y Siemens Gamesa. Y algunas de ellas capean estos vientos de cara mejor que otras.
La hispano-germana se lo debe a su "diversificación geográfica" de ventas y producción
GE anunció el pasado mes que el beneficio operativo de su división dedicada a las renovables había caído un 72% en el tercer trimestre de 2018 pese a haber vendido más unidades que en el año anterior. Una información que no tardó en arrastrar a otras compañías del sector, como la hispano-germana Siemens Gamesa.
El grupo fruto de la fusión de activos de la eólica Siemens y Gamesa en 2016, la compañía sigue centrada en reducir costes. La energética registró unos ingresos anuales de 9.000 millones de euros y planea ahorrar unos 2.000 millones entre 2018 y 2020.
"Buscamos simplificar nuestra cartera de productos y, al mismo tiempo, hacerlo más asequible", asevera el consejero delegado de Gamesa, Markus Tacke. Es decir, que quieren "mejorar sus productos al mismo tiempo que reducen sus costes".
"Son tiempos difíciles para los fabricantes de turbinas eólicas que se enfrentan al desplome de sus precios", considera James Evans, analista de energía limpia de 'Bloomberg Intelligence'. Con todo, asegura que "las compañías diversificadas geográficamente, tanto en producción como en ventas, son las menos expuestas. Vestas y Gamesa son dos de ellas y ambas han afirmado recientemente que van camino de estabilizar sus precios".
El balance de las éolicas ha cambiado con el paso del tiempo. Por un lado, los pedidos son ahora más esporádicos y orbitan más en torno a la agenda de un gobierno en concreto que a la de una compañía. Por otro, el sector está marcado por buscar el precio más bajo y competir por cada vez un número más reducido de proyectos. Todo esto crea un clima especialmente competitivo en el que tienen que aprender a desenvolverse firmas como Siemens Gamesa.