Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudí y la empresa más rentable del mundo, ha arrancado el proceso de su OPV este 3 de noviembre, proceso que desembocará en el debut bursátil el próximo 11 de diciembre en la Bolsa de Riad, conocida como Tadawul, culminando así un proyecto que ha durado tres años.
La Autoridad de los Mercados de Capitales de Arabia Saudí anunció este domingo el comienzo del proceso de OPV, abriendo el plazo de suscripción de la oferta a partir de este lunes, 4 de noviembre.
De este modo, el precio de la OPV de Saudi Aramco sería fijado el próximo 17 de noviembre y el salto al parqué de las acciones de la petrolera se realizaría el 11 de diciembre de este año.
La salida a bolsa de Aramco es la piedra angular del plan de modernización de la economía saudí, 'Vision 2030', que pretende reducir la dependencia del país de las exportaciones de petróleo, así como financiar programas de gasto social.
Sin embargo, hasta ahora las autoridades saudíes habían chocado con el escepticismo de los mercados a la hora de otorgar una valoración de 2 billones de dólares (1,8 billones de euros) para Saudi Aramco, lo que en caso de una colocación del 5% del capital de la compañía permitiría levantar 100.000 millones de dólares (90.217 millones de euros), aunque finalmente el Reino podría reducir la venta al 1% o al 2%.
Saudi Aramco registró un beneficio neto atribuido de 46.938 millones de dólares (42.376 millones de euros) en los seis primeros meses del año, cifra que representa un retroceso del 11,3% en comparación con el resultado obtenido en el mismo periodo del ejercicio anterior, lo que mantiene a la petrolera árabe como la empresa más rentable del mundo.
Los ingresos de Saudi Aramco entre los meses de enero y junio disminuyeron un 2,3% interanual, hasta 163.882 millones de dólares (147.977 millones de euros), mientras que los costes operativos de la petrolera aumentaron un 7%, hasta 71.115 millones de dólares (64.213 millones de euros).
El pasado mes de abril, Saudi Aramco realizó su primera emisión de bonos en los mercados internacionales al vender 12.000 millones de dólares (10.835 millones de euros) con una demanda récord para deuda emergente de más de 100.000 millones de dólares (90.295 millones de euros).