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Ana Botín, presidenta de Santander
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Santander prevé ahorrar unos 1.270 millones de euros progresivamente en tres años implantando un plan de eficiencia de costes. El banco, que presenta este miércoles ante los analistas en Londres su plan estratégico para los próximos tres ejercicios, que está centrado en la digitalización, la mejora de capital y la eficiencia, prevé mejorar su capacidad operativa aprovechando su diversificación y su tamaño. Gracias a estos ahorros, prevé que su ratio de eficiencia se sitúe entre el 42% y el 45%.

La mayor parte del ahorro, unos 1.000 millones anuales, se producirá en el mercado europeo de Santander, cantidad de la cual unos 250 millones corresponden a mejora de la eficiencia en España por la integración de Popular. Se trata de sinergias adicionales por la absorción del banco que se suman al compromiso de ahorro de 500 millones que manifestó Santander en un inicio.

Los otros 270 millones de ahorros totales al año se originarán en otros mercados fuera de Europa. De los 1.270 millones totales que Santander prevé ahorrar al año, 1.000 millones corresponderán a la mejora de la eficiencia que aportará la tecnología.

De hecho, Santander ha anunciado que invertirá 20.0000 millones de euros en tecnología y transformación digital en los próximos cuatro años. La entidad quiere acelerar su transformación tecnológica y del negocio, para lo cual se encuentra modificando su infraestructura tecnológica con el objetivo de que esté alojada en la nube. Además, Santander quiere apostar por el aprendizaje automático (machine learning) y la robótica, la reingeniería de procesos, y renegocia contratos de forma global con proveedores para mejorar los precios.

En su presentación del plan, el banco reitera los objetivos de cara a 2021 que ya adelantó su presidenta, Ana Botín, durante la última presentación de resultados. Santander quiere alcanzar una ratio de capital CET1 fully loaded de entre el 11% y el 12%, así como elevar su rentabilidad sobre capital tangible (ROTE, por sus siglas en inglés) hasta entre el 13% y el 15% a nivel de grupo.

Por filiales, quiere que su rentabilidad en Latinoamérica sea de entre el 20% y el 22% (en 2018 fue del 19%), la de Europa entre el 12% y el 14% (11% en 2018) y para EEUU tiene un objetivo de entre el 11% y el 13% (8% en 2018). En cuanto a Brasil, su primer mercado por beneficio, la intención del grupo es superar a medio plazo el ROTE del 20% que alcanzó en 2018.

En España, Santander se centrará en el negocio de pymes, mateniendo el liderazgo que le aportó integrar el negocio de Popular, pero ve oportunidades en crédito al consumo, así como en pagos, seguros y gestión de patrimonios. En su filial española, espera aumentar un ROTE de entre el 14% y el 16% a medio plazo desde el 11% registrado en 2018, así como ver crecer sus ingresos a ritmos de un dígito, registrar menores costes en los próximos años y mantener un coste del crédito estable.

En cuanto a Santander UK, la mejora de la rentabilidad prevista se conseguirá a través de digitalizar y automatizar el banco. De hecho, el grupo prevé cerrar allí unas 140 oficinas, lo que conllevará el recorte de unos 800 empleos. En Reino Unido, Santander UK tiene previsto obtener un ROTE ordinario del 10-12% a medio plazo, tras el 9% de 2018.

Santander quiere especializar a Santander Consumer Finance en la financiación de coches, haciendo que aumente su cuota de mercado y fortalezca sus canales digitales y las relaciones con los fabricantes de automóviles. Para este negocio, tiene un objetivo de ROTE a medio plazo de la compañía de entre el 14% y el 15%.

En México, la entidad prevé obtener un ROTE ordinario de entre el 19 y el 21% a medio plazo, mientras que en Portugal, donde el grupo lanzará Openbank este año, la estimación es de entre el 13% y el 15% y en Polonia del 14% al 16%. En Chile, la previsión es de entre el 19% y el 20%.

El grupo que preside Ana Botín pretende aumentar su rentabilidad a través de una mejor asignación de capital, otorgando más a los negocios más rentables y manteniendo esos umbrales mínimos de rentabilidad en cada segmento. El banco prevé generar más de 40 puntos básicos de capital orgánico cada año y aportará flexibilidad a la política de remuneración a los accionistas.

Respecto a esto, prevé que su pay out, es decir, el importe del beneficio que destina al pago de dividendos, se sitúe entre el 40% y el 50% en 2021, como ya anunció en su convocatoria de la junta de accionistas, que se celebrará el próximo 12 de abril. Santander anunció hace algo más de un mes que abría la puerta a retormar su dividendo en acciones, a pesar de que en la junta del año pasado la propia Ana Botín manifestó su intención de eliminar el scrip dividend a partir del ejercicio 2019.

REGORGANIZACIÓN

Santander ha anunciado también una reestructuración organizativa de sus negocios en Europa y América. El hasta ahora responsable de la filial polaca, Gerry Byrne, quedará al frente del negocio en Europa, inmediatamente por debajo de José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander. Byrne tendrá así bajo su mando a los responsables de España, Portugal, Reino Unido, Polonia y Santander Consumer Finance. Le sustituirá en Polonia Michal Gajewski.

En América, el responsable de Santander Brasil, Sergio Rial, mantendrá este cargo pero asumirá también la responsabilidad en toda la región de Sudamérica (Chile, Argentina, Uruguay y la región andina). El negocio de Norteamérica tendrá dos corresponsables, Héctor Grisi y Scott Powell, que seguirán como responsables de Santander México y Estados Unidos, respectivamente. Los tres deberán también dar cuentas al consejero delegado del grupo.

Por otra parte, el banco ha creado una nueva unidad global para profundizar en el negocio de pagos, Santander Global Payments Services, que estará dirigida por Javier San Félix e incluirá las actividades de Global Trade Services y Global Merchants Services.

ECHENIQUE SE QUEDA HASTA MAYO

El banco ha anunciado que, finalmente, Rodrigo Echenique dejará sus funciones ejecutivas el próximo 1 de mayo, cuatro meses después de lo inicialmente previsto, que era que lo hiciera el pasado 1 de enero. La marcha atrás en el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado dio al traste con estos planes.

El directivo permanecerá en el consejo de administración y en la presidencia de Santander España hasta que el banco decida quién será su sustituto al frente de la filial española, lo cual tendrá lugar previsiblemente durante el mes de abril. En todo caso, el puesto de presidente de Santander España dejará de tener el carácter de ejecutivo cuando se produzca el cambio.

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