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Las acciones de Santander han perdido un 10% de su valor en el último mes, debido a la preocupación de los inversores por las economías emergentes, en especial Turquía y Argentina, país este último donde el banco presidido por Ana Botín está muy presente.
Sin embargo, la entidad cántabra encara un riesgo aún mayor en su mercado clave: Brasil. Porque el país carioca celebra la primera ronda de sus elecciones presidenciales el próximo 7 de octubre y la segunda ronda y definitiva el 28 del mismo mes.
Y el clima político brasileño no invita precisamente al optimismo. Al contrario, algunos analistas comienzan a anticipar una gran crisis para la mayor economía sudamericana si el resultado de los comicios no gusta a los mercados.
En este escenario, el nombre de Jair Bolsonaro, candidato de extrema derecha, está cobrando una fuerza inusitada en las encuestas a tan sólo un mes de los comicios. Según la firma especializada en sondeos Ibope, Bolsonaro cuenta con una intención de voto del 22%, mientras la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, tan sólo alcanza el 12% y el posible sustituto de Lula da Silva, Fernando Haddad, se queda con el 6%.
Otros nombres importantes en las encuestas son el candidato de izquierda Ciro Gomes, que cuenta con una intención de voto del 12%; y el ex gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, con un 9%.
Aunque el sondeo anticipa una derrota de Bolsonaro en la segunda ronda que se celebrará el 28 de octubre ante cualquiera de sus rivales, a buen seguro la incertidumbre política en Brasil afectará a la acción del Santander.
No en vano, el gigante sudamericano se ha convertido en un auténtico filón para el banco de Ana Botín. Durante el primer semestre del año, consiguió el 26% de sus beneficios en ese mercado (1.324 millones de euros). Y su previsión es ganar 3.100 millones en 2020, el 31% de su objetivo declarado de alcanzar los 10.000 millones de ganancias durante ese ejercicio
El banco ya ha tenido que enfrentar una devaluación del 20% del real brasileño en lo que va de año, pero el problema es que los analistas anticipan que la situación puede empeorar. Por ejemplo, Jon Harrison, experto de TS Lombard, ha explicado en CNBC que “las dificultades económicas que han castigado a Turquía y Argentina habían estado confinadas a estos dos países”.
Pero “lo que ha cambiado es Brasil. La posibilidad de un resultado amigable para el mercado en la primera vuelta ha bajado y eso tiene el potencial de causar un shock en los mercados”, opina este analista.
Si finalmente son Bolsonaro y Haddad quienes pasan a la segunda vuelta, “los mercados pueden reaccionar negativamente porque las reformas fiscales esenciales no estarán en la agenda. En este escenario, el mercado brasileño puede deteriorarse rápidamente a condiciones de crisis”.
Una valoración alarmante en un momento especialmente complicado para Santander, cuya exposición a Brasil es la mayor entre los bancos españoles, que están siendo castigados duramente por su exposición a las economías emergentes. Basta con mirar lo que le ha pasado a BBVA por su presencia en Turquía (sus acciones han caído un 13% en el último mes).