- -0,042€
- -0,95%
La fusión jurídica de Santander y Popular será un hecho este mismo viernes. El 28 de septiembre se inscribirá en el Registro Mercantil la absorción de Popular por parte de Santander, un trámite que llega después de que se hayan fusionado las filiales de Popular con efecto desde el pasado lunes. En cuanto a la integración tecnológica y operativa, el banco pisa el acelerador: la cerrará este mismo año.
Desde el banco contaban con culminar la integración tecnológica y operativa a mediados del próximo año, momento en el que fulminarían la marca de Popular y el banco sería por fin un todo. Sin embargo, este proceso se va a acelerar. El 31 de diciembre de este año, como tarde, se producirá la integración definitiva.
Para ello, el banco ha requerido la autorización de la Subdirección General de la Seguridad Social, que le da un plazo transitorio para unificar los códigos cuenta de cotización (es decir, los códigos con los que opera cada empresa en la Tesorería de la Seguridad Social) de Santander y Popular.
En todo caso, a partir del próximo viernes, momento en que se produzca la fusión jurídica, Santander será el responsable de los derechos y obligaciones de los trabajadores de Popular, de Pastor y de Popular Banca Privada, una vez ha obtenido todas las autorizaciones necesarias para la fusión, según informan fuentes conocedoras de la operación.
Así, los trabajadores de Popular pasarán a ser definitivamente empleados de Santander y tendrán los mismos derechos que los que ya formaban parte del banco que preside Ana Botín antes de la compra de Popular. La antigüedad de los extrabajadores del banco resuelto se mantendrá.
SEGUNDO AJUSTE
La entidad acometerá otro ajuste en su plantilla para fusionar las redes de Santander y de Popular, como reconoció en el Congreso el aún vicepresidente del grupo y presidente de Santander España, Rodrigo Echenique. Esta segunda reestructuración implicará cierre de oficinas y recorte de puestos de trabajo.
En principio, el ajuste estaba previsto para el próximo año, pero podría acelerarse a este ejercicio. Así lo reconocieron los gestores de la firma en una reunión mantenida con representantes de Goldman Sachs la pasada semana. Este ajuste será el segundo que acometa el banco en menos de dos años, después de que el año pasado Santander recortara unos 2.100 empleos, la mayoría a raíz de salidas voluntarias en condiciones pactadas con los sindicatos.