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Como no podía ser de otra manera, Santander no ve con buenos ojos la creación de un nuevo impuesto a la banca. Y no solo eso. Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, advierte de que podría llevar a las empresas españolas internacionalizadas “a no ser tan multinacionales o a pensar su estructura legal”.
Álvarez ha alertado de que, si el diseño del nuevo impuesto implica una "doble imposición" sobre algunas rentas, esta circunstancia podría llevar a las empresas a repensarse su estructura. “Si sobre el dividendo de Brasil tenemos una nueva tasa, no me parece fair (justo)”, ha señalado.
Santander “depende críticamente de los dividendos de las filiales”, ha explicado Álvarez, por lo que si sobre esas rentas, por las que ya se pagan impuestos en los países de origen, la entidad tuviera que pagar otro impuesto, los accionistas no lo verían con buenos ojos. “Eso no nos aplica solo a nosotros, aplica a cualquier multinacional en España, por lo que naturalmente puede afectar a la morfología de las entidades”, ha añadido.
Álvarez ha concretado que esto no significa que Santander vaya a trasladar sus sedes, pero en todo caso la entidad tiene la obligación de crear valor para sus accionistas. "Cuando tengamos datos tendremos que tomar decisiones acorde con los datos que tengamos encima de la mesa. No hay intención de hacer algo o no", ha apuntado.
“Nos movemos en el tema de lo posible”, ha criticado el número dos de Santander en relación con el hecho de que el Gobierno no haya concretado aún cuál será el diseño del nuevo impuesto. En su opinión, lo “razonable” cuando se modifica un sistema fiscal es que se discuta previamente sobre cómo “no buscar efectos que puedan ser colaterales”.
Álvarez ha sido más o menos claro sobre este tema en la presentación de los resultados del primer semestre de Santander: no se debería crear una tasa sobre rentas no generadas, habría que evitar una doble imposición y no se debe generar “incertidumbre” a los operadores.
La clave para Álvarez en el tema de las pensiones es que España tiene una “escasez de ahorro”. “España es un país con una deuda externa neta cercana al PIB, de ahí se deriva que el problema de las pensiones sea acuciante porque hay escasez de ahorro”. Esta circunstancia hace “vulnerable” a España respecto a los países de su entorno, según el consejero delegado de Santander.