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La batalla judicial ha terminado. Tras cinco días de deliberaciones, un jurado de Estados Unidos anunció este jueves que Samsung deberá indemnizar a Apple con 539 millones de dólares por copiar diseños patentados de sus teléfonos inteligentes.
Las dos grandes potencias del mercado de teléfonos inteligentes llevaban desde 2011 en esta batalla judicial que ahora termina. Todo empezó cuando Apple presentó una demanda alegando que los smartphones y tabletas de Samsung copiaron a sus productos. Concretamente, señaló que el Galaxy S era una copia de su iPhone.
Los dos colosos tecnológicos llevaban en los juzgados desde 2011
Samsung fue declarado culpable en 2012, pero desde entonces ha tenido lugar una disputa sobre el monto que el coloso surcoreano debía abonar al gigante de Sillicon Valley.
El argumento esgrimido por Samsung era que solo deberían abonar una parte del valor del iPhone, teniendo en cuenta que las patentes de diseño de Apple no cubrían todo el teléfono. De esta forma, ofrecían 28 millones de dólares, frente a los 1.000 millones que reclamaba Apple en un primer momento.
En un comunicado, la compañía de Tim Cook ha asegurado que "creemos profundamente en el valor del diseño" y que "este caso siempre ha sido más que dinero". Por su parte, Samsung no ha aclarado todavía si planea apelar al veredicto, aunque anunció a través de un comunicado que "consideraremos todas las opciones para que la creatividad no se acabe obstaculizando y exista la competencia leal entre compañías".
