- Sacyr atribuye la caída de su deuda a la reducción de su participación en Repsol
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Sacyr obtuvo un beneficio neto en 2017 de 130,6 millones de euros, un 8,7% más que en 2016, gracias a la aportación de Repsol (del que es su segundo accionista) y por su negocio internacional.
Sacyr indica asimismo que su beneficio crece un 32% en caso de descontar las plusvalías que se anotó en 2016 por la venta ese año de tres hospitales de Portugal.
El EBITDA ascendió hasta los 422,6 millones de euros, un 17,5% más frente a 2016. La compañía señala que este incremento se debe a su estrategia, “que pone el foco en la rentabilidad y la generación de caja de los proyectos y que tiene un estricto sistema de gestión de los riesgos y control de los costes”.
La cifra de negocio ascendió a 3.092,6 millones de euros, un 8,1% más que en 2016. De esta cifra, el 58% provino de su negocio en el exterior.
Por áreas de negocio, todas aumentaron su EBITDA durante 2017: Industrial (+14,5%), Concesiones (+12,1%), Servicios (+9,6%) y Construcción (+60%). El incremento en el área de Construcción se ha debido a una mayor actividad en el último trimestre y a la aportación de la autopista italiana Pedemontana-Veneta.
REDUCCIÓN DE LA PRESENCIA EN REPSOL
En cuanto a la deuda, cerró 2017 en 3.421 millones de euros, un 8,2% menos que a finales de 2016, cuando ascendía a 3.726 millones. El grupo atribuye esta reducción de deuda a la culminación de su estrategia de la "eliminación de los riesgos asociados a la participación de Repsol", por la cual Sacyr realizó una operación de derivados por el 60% de su participación. Sacyr señala que esta operación le permitió cancelar la deuda de 769 millones de euros ligada a la participación de la petrolera y liberar las garantías asociadas al préstamo.
Tras esto, Sacyr se beneficiará de los dividendos que distribuya la petrolera, pero no tendrá que destinarlos al servicio de deuda, con lo que “elimina riesgo de variación de la cotización de Repsol por debajo de cierto umbral”.