Sabadell no se pronuncia sobre su vuelta a Cataluña. El consejero delegado de la entidad, Jaime Guardiola, ha esquivado las preguntas de los diputados durante su comparecencia en el Congreso sobre si el banco volverá a ubicar su sede social en Cataluña siguiendo los pasos de Agbar.
El consejo de administración de la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB), matriz del grupo Agbar, decidió el martes fijar de nuevo su sede social en Barcelona animado por la "estabilidad económica" de la región. Fue una de los cientos de compañías que decidieron sacar el año pasado su sede social de Cataluña ante la incertidumbre provocada por la crisis institucional.
El segundo ejecutivo de Sabadell, sin embargo, no ha querido valorar la situación actual de Cataluña. Tras su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el programa de asistencia y la quiebra de las cajas de ahorro se ha limitado a señalar que “la situación es la que es”.
“No hubo política, fue una decisión en defensa de nuestros accionistas y nuestros depositantes”, ha explicado durante la comparecencia preguntado por la reubicación de su sede social en Alicante como consecuencia de la crisis política de Cataluña derivada del 1-O. Respondía así, entre otros, al diputado de ERC Joan Capdevila, que había acusado a Sabadell de ser meterse en política al decidir el traslado y convertirse en "un agente del 155".
El consejero delegado de Sabadell ha defendido que la decisión frenó “de forma muy inmediata” la salida de depósitos de la entidad y la desconfianza de sus clientes. “No fue una decisión nada fácil, tuvo elementos emocionales”, ha señalado Guardiola, que ha explicado que hoy en día Sabadell tiene su sede social en Alicante y su sede histórica en Sabadell.
TAMPOCO LE GUSTA LA TASA TOBIN
Como cabía esperar, Sabadell tampoco es partidario de crear una tasa Tobin en España. En opinión de su consejero delegado implantar un impuesto a la transacciones financieras en España implicaría una “disrupción” en el mercado.
Durante su comparecencia, Guardiola ha recordado que “los movimientos de capitales son libres, al menos en Europa”. Por ello, una tasa Tobin supondría una “disrupción” en el mercado, al tiempo que implicaría una pérdida de competitividad para la banca española. Los clientes podrían elegir otros sistemas financieros para realizar sus operaciones, ha explicado.
Guardiola ha defendido que la banca ya paga “muchos impuestos” y aumentar su carga impositiva no haría más que “golpear la rentabilidad”, necesaria para que “la banca pueda crecer”.
En cuanto al rescate, Guardiola lo ha cifrado en el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) para los contribuyentes, unos 50.000 millones de euros, y en unos 1.476 millones de euros para la propia entidad, aportados entre 2007 y 2017, de los que 894 millones corresponden al Fondo de Garantía de Depósitos, 141 millones al Fondo Único de Resolución, 120 millones a la tasa por los DTA y 321 millones al saneamiento de la contribución a Sareb.
