- En los encuentros habrían participado los inversores Jaime Gilinski y Antonio del Valle
- Las conversaciones se habrían saldado sin acuerdo, según esta información
Justo antes de que Banco Popular anunciara una ampliación de capital de 2.505 millones de euros, los inversores se han despertado con una información sobre conversaciones meses atrás entre el presidente de esta entidad, Ángel Ron, y su homólogo en Sabadell, Josep Oliu, para tratar una posible fusión entre ambos bancos. No obstante, desde Sabadell lo han desmentido.
- 0,317€
- 0,00%
- 1,854€
- 3,63%
Ambos ejecutivos han mantenido encuentros en los que han estado presentes también el accionista colombiano Jaime Gilinski, que tiene el 5% del capital de Sabadell, el inversor mexicano Antonio del Valle, que posee una participación similar en Popular. Estas reuniones se celebraron hace meses y versaban sobre una posible integración, según fuentes citadas por Expansión. Bolsamanía se ha puesto en contacto con Sabadell, donde niegan la información.
Lea también: Los fondos de inversión más expuestos al desplome de Banco Popular
El diario económico de Unidad Editorial explica que el acercamiento entre las dos entidades ha tenido diversas etapas, surgidas a petición de Del Valle, por la fuerte inversión comprometida en Popular, por su activa participación en los consejos, y por su pasado profesional que le llevó a ser responsable del actual HSBC en México. De esta forma, Expansión señala que el acercamiento partió desde Popular, que ampliará capital para reforzar su balance y asegurar la rentabilidad futura.
Popular tiene una participación del 25% en BX+, banco en el que Antonio del Valle junto a otros inversores mexicanos controlan el resto del capital, y hay un ambicioso plan de la entidad para trasladar a aquel país el modelo de negocio de Popular, según publica Expansión.
¿SON POSITIVAS LAS FUSIONES?
La rentabilidad es actualmente escasa. Los tipos son bajos, la regulación aumenta las limitaciones y la demanda de crédito es débil
La crisis financiera ha rebajado drásticamente el número de bancos en España mediante procesos masivos de concentraciones, fomentados desde las autoridades. Pero no conforme con esto, las instituciones españolas y también las europeas quieren otra ola de fusiones, a pesar de asegurar que no hay sospechas respecto a su solvencia. Entonces, ¿por qué son positivas para los bancos y cómo afectan a los consumidores?
“La rentabilidad es actualmente escasa. Los tipos son bajos, la regulación aumenta las limitaciones y la demanda de crédito es débil”, resume Jorge Soley, profesor de dirección financiera del IESE. “Algo parecido ha pasado en el sector seguros, y aquí es inevitable por la falta de rentabilidad y los márgenes cada vez menores”, añade.
En este sentido, Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School, señala quepara aumentar la rentabilidad financiera (ROE, beneficio neto respecto a los fondos propios), medida de referencia para evaluar la salud del negocio bancario, “se necesita que aumente el numerador o disminuya el denominador”. En el segundo caso, las restricciones de solvencia no dejan casi margen de maniobra, mientras que en cuanto al beneficio, un aumento de los ingresos se antoja difícil en un momento en el que el Euríbor acumula dos meses en negativo y los tipos de referencia del BCE están en el 0,0%. La otra vía es disminuir costes.
Lea también: Así ven las redes lo que ocurre en Banco Popular
AUMENTAR EFICIENCIA
“Con las concentraciones se pueden conseguir economías de escala y aumentar la eficiencia. A corto plazo incrementará la eficiencia y será positivo, por el cierre de oficinas que reducirá los costes operativos. Pero a largo plazo reducirá los competidores, y el ciudadano tendrá menos poder de negociación", opina Carlos Salvador, profesor de CUNEF. "Después de fusiones suele haber ajustes de plantilla y oficina que disminuyen los costes”, añade Romera, que advierte no obstante de la dificultad de que haya fusiones transnacionales por los mayores requisitos de burocracia.
El ajuste del mapa bancario dejaría por lo tanto menos competidores. “No repercutirá mucho en el grado de competencia siempre y cuando no se pase a un caso exagerado de tres entidades. Aunque se redujera el número de bancos hasta seis seguiría habiendo competencia”, explica el profesor de IE Business School, que recuerda también el papel importante de las fintech y de la banca digital. “Los bancos cada vez son menos indispensables”, agrega, mientras que quita importancia al hecho de que haya menos oficinas y menos personal de cara al consumidor, ya que salvo en casos concretos, en general el cliente cada vez acude menos a las sucursales.
Lea además:
Repasamos el aspecto técnico de los bancos de nuestro Ibex 35
Radiografía de los bancos más grandes del mundo por capitalización bursátil
El sector financiero hace saltar las alarmas sobre los bancos centrales
Los bancos trasladarán a sus clientes los 'altos' costes regulatorios