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La empresa japonesa Takeda Pharmaceutical, que importa y distribuye la vacuna de Moderna en Japón, haya dicho este viernes que fue un "error humano" lo que provocó la entrada de contaminantes metálicos en las dosis de la vacuna del Covid fabricada por Rovi en España y que llevó a la retirada de varios lotes.

Takeda y Moderna han indicado en un nuevo informe que el fabricante español descubrió contaminantes en algunos viales en julio, pero se permitió el envío de suministros de la misma producción a Japón, informa 'Reuters'.

En agosto, las autoridades japonesas suspendieron el uso de tres lotes de vacunas de Moderna, que contenían 1,63 millones de dosis, tras recibir la notificación de la contaminación. Moderna llevó a cabo una investigación en colaboración con Takeda y la propia Rovi.

El nuevo informe explica de que el problema se derivó de "un montaje incorrecto y se debía a un error humano específico al calcular mal visualmente la separación necesaria de 1 mm entre la rueda de estrella y el tapón" de la maquinaria que ponía las tapas en los viales de vacunas.

Un total de cinco lotes fabricados por Rovi se investigaron entre el 27 de junio y el 3 de julio. Los tres primeros fueron enviados a Japón y posteriormente retirados tras el descubrimiento de partículas, que posteriormente se determinó que eran de acero inoxidable, dentro de 39 viales.

Pero un cuarto lote no pasó la inspección tras el descubrimiento de partículas el 2 de julio, y un quinto lote también fue retenido por Rovi. Los problemas con los lotes 4 y 5 se comunicaron a Moderna, Takeda y el Ministerio de Sanidad de Japón, pero los tres primeros lotes se liberaron para su uso porque "habían pasado la inspección y no se consideraban afectados".

De hecho, la configuración incorrecta "hizo que el problema persistiera en toda la serie de cinco lotes", según la investigación.

La mejora de los procedimientos operativos y el uso de una nueva herramienta de precisión ayudarán a evitar que el problema se repita, añade el informe.

Las empresas y el Ministerio de Sanidad de Japón han declarado que las partículas de acero inoxidable no suponen ningún riesgo adicional para la salud. Esto, pese a que se produjeron varios fallecimientos en Japón de personas que habían sido vacunadas con los lotes contaminados, pero siempre se sostuvo que no había pruebas de que las muertas hubieran sido causadas por la vacuna.

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