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Puede que una mala temporada de resultados sea lo único que le falta al mercado para acabar de cerrar un 2022 para olvidar. Y todo indica que no será buena en absoluto. El consenso espera no sólo unos resultados flojos del tercer trimestre impactados por la complicada situación económica sino, lo que es aún más preocupante, un empeoramiento de las previsiones para 2023.

"Los inversores se centrarán en las orientaciones más que en los resultados del tercer trimestre. Esperamos que las expectativas para 2023 se revisen a la baja de forma significativa tras las débiles orientaciones", indica Mathieu Racheter, responsable de estrategias de renta variable de Julius Baer.

PepsiCo publica sus cuentas este miércoles, Walgreen Boots Alliance, Delta Airlines y BlackRock el jueves, y el viernes le toca el turno a una serie de megabancos estadounidenses (JP Morgan, Morgan Stanley, Citigroup y Wells Fargo).

"Esperamos que las expectativas para 2023 se revisen a la baja de forma significativa tras las débiles orientaciones"

Después de los recientes resultados negativos de Nike, Seagate, Micron, AMD y Hasbro, entre otros muchos, será difícil que no haya sorpresas desagradables, reconoce el director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould. Ante este panorama, espera que osos (bajistas) y toros (alcistas) se enfrenten con sus particulares interpretaciones de la situación.

"Los osos gruñirán que la combinación de la caída de las previsiones de beneficios, la subida de los tipos de interés y las valoraciones todavía elevadas significan que el mercado de renta variable estadounidense sigue expuesto al riesgo de más descensos, sobre todo después del buen comportamiento de 2020-2021. El S&P 500 todavía se sitúa un 8% por encima de su pico prepandémico de febrero de 2020, incluso después del desplome del 24% en lo que va de año", explica Mould.

"Los alcistas responderán que los analistas ya tenían previstos los malos resultados y que los recortes de beneficios reducen el margen para nuevas sorpresas desagradables", añade este experto. En este sentido, destaca que un estudio de Standard & Poor's muestra que las empresas estadounidenses han superado las estimaciones trimestrales en un 73% de las ocasiones desde el primer trimestre de 2013 y sólo han fallado en un 20%.

El consenso ya se ha ajustado al deterioro del telón de fondo macroeconómico recortando sus estimaciones de crecimiento de los beneficios del tercer trimestre en un 7%, hasta el 2,3% en los últimos tres meses, debido al descenso de beneficios en todos los sectores, excepto el de petróleo y gas. Excluyendo el sector del petróleo y el gas, que experimentó revisiones al alza, se espera que los beneficios del S&P 500 se contraigan un 3,9% en comparación con el tercer trimestre del año pasado. Además, los márgenes de beneficio se han revisado a la baja, hasta el 12,2% (frente al 12,4% del segundo trimestre), ya que la inflación, aún elevada, apoya el crecimiento de los ingresos, pero se traduce en un viento en contra para los márgenes.

"Nos preocupan menos los resultados del tercer trimestre en sí, dada la fuerte caída de las expectativas para este periodo, y más las orientaciones por debajo del consenso para el cuarto trimestre y 2023", reitera Mathieu Racheter.

Tras un bache temporal, el mercado espera que los márgenes de beneficio alcancen el récord anterior del 12,7% en el tercer trimestre de 2023, impulsados por los sectores intensivos en mano de obra, como el industrial y el de consumo cíclico. "En nuestra opinión, esto parece bastante improbable, y esperamos que las previsiones para 2023 decepcionen y que los beneficios se revisen a la baja, liderados por los sectores cíclicos. De cara al futuro, parece más importante que nunca centrarse en empresas con un alto poder de fijación de precios y generación de flujos de caja", concluye Racheter.

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