Repsol ha suscrito un acuerdo con PetroVietnam para traspasar a la compañía asiática sus participaciones en tres bloques exploratorios en Vietnam que se encontraban bloqueados desde hace años por las presiones de China, entre ellos el proyecto de Ca Rong Do
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En concreto, la petrolera española transmitirá sus participaciones del 51,75% en el bloque 07/03 PSC y del 40% en los bloques 135-136/03 PSC, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El grupo presidido por Antonio Brufau indicó que prevé que la operación, que está alineada con los objetivos de su plan estratégico y sujeta a autorizaciones administrativas, se cierre durante este ejercicio. Asimismo, señaló que la transacción no tendrá un impacto significativo en sus estados financieros.
De esta manera, Repsol desbloquea el conflicto que tenía abierto con PetroVietnam por la situación de estos bloques y aligera su exposición en Vietnam, un país considerado de riesgo, ya que en los últimos años sus actividades se habían visto afectadas por el conflicto territorial en el Mar del Sur de China.
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En marzo de 2018, la petrolera recibió instrucciones de PetroVietnam para que, por el momento, no continuara con la ejecución de las actividades programadas para el proyecto de desarrollo Ca Rong Do en el bloque 07/03, donde era el operador con esa participación del 52%, debido a las presiones recibidas de China. Ya anteriormente, en julio de 2017, PetroVietnam había pedido a Repsol cesar las actividades de perforación en otros bloques exploratorios también localizados en el mar del Sur de China.
UNA "SOLUCIÓN AMIGABLE" AL CONFLICTO
En su informe financiero correspondiente al primer semestre del año pasado, la petrolera ya indicaba que el alcance de la suspensión de las actividades en Vietnam todavía no se había determinado y subrayaba que estaba trabajando con PetroVietnam "para encontrar fórmulas de actuación que satisfagan los intereses de ambas partes y que permitan alcanzar una solución amigable a este conflicto".
No obstante, con vistas a mantener abiertas todas las posibles puertas para una solución satisfactoria en el conflicto, Repsol comunicó que había iniciado la vía arbitral en defensa de sus derechos, ya que consideraba que contaba con "sólidos fundamentos legales para reclamar ser compensado por los perjuicios que se pudieran derivar de esta situación, así como buenas perspectivas de éxito, tanto en la reclamación como en la recuperación de los daños".
TRASPASO DE OTROS ACTIVOS PARA PRIORIZAR EL VALOR
El pasado miércoles, la energética recibió también el visto bueno del Gobierno búlgaro para el traspaso de la participación del 30% que tenía en el bloque marino '1-21 Han Asparuh', situado en Bulgaria en aguas del Mar Negro, a sus socios en el proyecto, la francesa Total y la austriaca OMV.
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Crece el rechazo de los accionistas de Repsol al sueldo del consejo: un 10,2% votó en contraLa estrategia de Repsol pasa por la gestión activa y flexibilización de su cartera de 'upstream' (Exploración y Producción), con el fin de priorizar el valor. De hecho, en los últimos años el grupo dirigido por Josu Jon Imaz se ha desprendido de activos en Rumanía, Angola o Papúa Nueva Guinea, entre otros, dentro de esa estrategia de abandonar países o activos en los que tenía márgenes o expectativas más bajas.
En este mismo sentido, recientemente el grupo dirigido por Josu Jon Imaz también decidió abandonar un proyecto de 'joint venture', junto a la rusa Gazprom y Shell, para explorar bloques de petróleo en el Ártico.
Ante el actual complicado entorno económico por el Covid-19, la energética ha adoptado un Plan de Resiliencia para este ejercicio que contempla reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones respecto a lo inicialmente presupuestado al inicio del año.