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El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que no prevé obstáculos de las autoridades de competencia para cerrar la adquisición de los activos comprados a Viesgo, por lo que estima que la integración pueda estar completada "en octubre o noviembre".
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre de 2018, Imaz subrayó que Repsol espera cerrar la operación "en tres o cuatro meses" y que el objetivo será sacar el máximo partido a estos activos.
A finales del pasado mes de junio, Repsol alcanzó un acuerdo con los fondos Macquarie y Wren House, valorado en 750 millones de euros, para la compra de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de gas y electricidad.
En concreto, el acuerdo supone la adquisición de una capacidad de generación de bajas emisiones de 2.350 megavatios (MW) y una cartera de cerca de 750.000 clientes.
DEUDA ENTRE 3.200 Y 3.400 MILLONES A CIERRE DE AÑO
Por otra parte, el consejero delegado de Repsol estimó que la compañía cerrará el presente ejercicio con un nivel de deuda entre 3.200 y 3.400 millones de euros, incluyendo estos activos adquiridos a Viesgo.
A cierre de junio, la deuda neta de la petrolera se situó en 2.706 millones de euros, inferior en 4.130 millones de euros respecto al cierre del primer trimestre de este año, principalmente debido a la venta del 20% de Naturgy.
En lo que se refiere a las inversiones del grupo para este ejercicio, señaló que ascenderán a unos 4.000 millones de euros, incluidos los activos comprados a Viesgo.
De este importe, 2.200 millones de euros se focalizarán en el área de 'Upstream' (Exploración y Producción), 900 millones de euros en 'Downstream' (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP, Gas & Power), otros 800 millones en negocios de bajas emisiones y los restantes 100 millones en Corporación.
Imaz valoró los resultados alcanzados en el primer semestre, que dejan al grupo "en el camino de alcanzar los objetivos de 2018", subrayó.
En lo que respecta al margen que puede dar a la compañía los actuales niveles de precio del barril de crudo, que supera los 70 dólares frente a la referencia tomada por el grupo de 50 dólares en su 'hoja de ruta' hasta 2020, Imaz defendió la máxima prudencia financiera, aunque no descartó recompras de acciones ('buyback') adicionales o acelerar proyectos si la situación es favorable.
Además, para el segundo semestre del ejercicio, estimó "una mayor contribución" del negocio de 'Downstream' (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP, Gas & Power) y consideró sostenible un margen de refino en torno a 7 dólares.
REDUCE EXPOSICIÓN EN VENEZUELA A 770 MILLONES
Respecto a Venezuela, país inmerso en una situación de inestabilidad política y social pero donde Repsol cuenta con una posición sólida y ve oportunidades de futuro, Imaz señaló que el grupo ha reducido ya su exposición a unos 900 millones de dólares (unos 770 millones de euros).
Ya el año pasado, la petrolera realizó importantes ajustes en su exposición en Venezuela, que a junio de 2017 alcanzaba casi los 2.200 millones de euros.
Así, Repsol adoptó en 2017 un ajuste de más de 600 millones de euros en el valor de sus activos en el país sudamericano, rebajando su exposición hasta unos 1.480 millones de euros a cierre del pasado ejercicio.